Por el Sevilla han pasado multitud de entrenadores, algunos de ellos dejaron huella por su carácter al frente del conjunto sevillista como pueden ser Bilardo, Caparrós y el "sabio de Hortaleza" , Luis Aragonés. El madrileño entrenó al Sevilla durante dos temporadas en las cuales disputó un total de 76 partidos al frente del banquillo hispalense. El Sevilla lucirá esta noche un brazalete negro en su camiseta en memoria de su reciente fallecimiento.

Luis Aragonés y Suker

Con su llegada en la temporada 1993/94 comenzaba su relación con el equipo sevillista. La plantilla de la que disponía Luis Aragonés para disputar esa temporada no tenía nada que envidiarle a la actual ya que contaba con futbolistas de la talla de Monchi, Prieto, Martagón, Diego, Moya, Simeone, Tevenet y un desconocido hasta aquel entonces, Davor Suker. El croata y el madrileño supieron entenderse a la perfección y eso se tradujo en el terreno de juego donde el delantero le devolvió la confianza al mister siendo el segundo máximo goleador esa campaña con 24 tantos, siendo solo superado por Romario. En dicha temporada los sevillistas quedaron como sextos clasificados con 42 puntos (las victorias se computaban por 2 puntos). 

Europa como regalo

En su segunda y última campaña en el banquillo del Sevilla, Luis Aragonés contaba practicamente con el mismo equipo y todo hacía presagiar que si las lesiones respetabana a los jugadores y los resultados se daban como se tenían que dar, el equipo podía aspirar a clasificarse en Europa ese año. Así fue los sevillistas no defraudaron a nadie y comandados por Suker, que ya sonaba para grandes equipos como el Real Madrid, acabaron la liga como quintos clasificados con 43 puntos. La tarea no fue fácil ya que en la última jornada los sevillistas tuvieron que remontar un 0-2 al Atlético de Madrid que se jugaba el descenso, los de Nervión terminaron empatando a dos con goles de Monchu y Suker.

Por lo tanto, el hombre que llevó a la gloria europea a la selección española con la consecución de la Eurocopa de 2008 y la implantación del juego de toque que aún hoy pervive en la actual "roja" también puso su grano de arena para que el Sevilla sea hoy el club que es.

Descanse en paz.