El Sevilla volvió a tropezar en Liga, y ya suma seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Esta vez, el encargado de estropear la fiesta fue el Valencia de Pizzi, que sufrió demasiado para mantener su portería a cero. El mayor problema sevillista fue el centro del campo, donde nunca tuvo superioridad alguna. Durante la primera mitad, el partido fue muy igualado, aunque los visitantes siempre dieron sensación de dominar. Los hispalenses fueron protagonistas por su desorganización, tanto ofensiva como defensiva; cuando había que atacar, lo normal era encontrar solo a un hombre intentando llevar la pelota al área valencianista, y, a la hora de defender, nadie pareció enterarse del guión de la película.

Pecando de una tremenda desconcentración, los defensas sevillistas se dedicaron a ver a Alcácer pasear delante de ellos. Ni siquiera Rakitic, el mejor jugador del mes de enero, pudo salvar el asedio futbolístico rival. Por su parte, el Valencia no supo aprovechar el mal momento del Sevilla, y tampoco fueron capaces de crear peligro a Beto. Una primera mitad mala tácticamente, que dejó al descubierto el gran problema defensivo por el que pasa actualmente el conjunto sevillano.

La segunda mitad se puso de cara rápidamente al Sevilla, con la expulsión de Ricardo Costa a los cinco minutos, pero ni en superioridad numérica derribaron la muralla valencianista. Con un jugador menos, Pizzi dio el empate por bueno y cerró filas atrás; aún así, el equipo de Emery continuó con sus serios problemas para controlar el centro del campo. Cuando los hispalenses tenían la posesión de la pelota, que fue casi todo el tiempo, o salían precipitadamente al ataque o la rifaban en el área y la perdían.

17 tiros del Sevilla. Solo 2 fueron a puertaOtro de los culpables de esta mala racha es la poca efectividad de cara a portería. Los hispalenses disfrutaron de 17 ocasiones y sacaron 15 córners, pero el equipo estuvo totalmente negado de cara a portería. Un ejemplo de esa falta de fiabilidad goleadora fue que, de todas las ocasiones, solo dos tiros fueron entre los tres palos. Además de todo esto, Rakitic perdió, desde los once metros, el duelo con Diego Alves, quien le paró un penalti.

Emery tampoco colaboró

Del técnico vasco ya es sobradamente conocido que, cuando su equipo sufre, no es un buen estratega. Hoy, de nuevo, falló con el planteamiento inicial y, posteriormente, conlos cambios. Desde el primer minuto, Emery perdió el control del balón con su pobre planteamiento en el centro del campo. En la segunda mitad, con la expulsión, los jugadores tampoco daban la sensación de saber a lo que tenían que jugar, simplemente se iban hacia el área y buscaban marcar como fuera. El entrenador también desconcertó a todo el mundo con los cambios; concretamente, nadie encontró explicación cuando decidió meter a Cristóforo, un mediocentro defensivo, a falta de cinco minutos y con el empate en el marcador.

Dentro de todo lo malo, la mejor noticia es que, después de esta mala racha, el Sevilla mantiene la séptima posición, aunque muy lejos de la Real Sociedad y el Villarreal. Como la final de Copa la jugarán el Real Madrid y el FC Barcelona, este séptimo puesto daría un apurado puesto para jugar la Europa League el próximo año.

Imágenes 1 y 2: Sevilla FC