Remontó el Sevilla ante el Oporto, así como ocurriese en la anterior ronda ante el Betis. Los de Emery arrollaron a un Oporto que se vio superado en la primera media hora. Rakitic igualó pronto la eliminatoria, que quedó sentenciada en el primer tiempo.

Rakitic iguala la eliminatoria

Mostraba Nervión sus mejores galas, y es que la ocasión lo merecía. Y así lo sintió el equipo, enchufado desde el inicio, tanto que a los cinco minutos ya había igualado el marcador en el global. Una pena máxima forzada por Bacca y transformada por Rakitic, engañando al meta luso. Lo más difícil estaba hecho.

Pero no quedó ahí el peligro sevillista, que acechaba una y otra vez el área de Fabiano, el cual tuvo una noche de mucho trabajo. Coke avisó con un centro chut que casi caza Reyes en el segundo palo, siendo éste el protagonista de la siguiente jugada, con una volea que despejó el arquero a córner.

La respuesta en botas de Quaresma, el hombre referencia ante las bajas de Jackson Martínez y Fernando. El portugués probó a Beto desde el borde del área, haciendo notar que el Oporto no se había ido del partido. No obstante, los siguientes minutos serían letales para el cuadro dirigido por Luis Castro.

El Sevilla, un tren

Una locomotora que pisó el acelerador para, en apenas cuatro minutos, hacer el segundo y tercer tanto. Primero fue Vitolo el que aprovechó un balón cortado por Fernando Navarro para batir a Fabiano cruzando la pelota. Deliraba Nervión, aun sin saber que venía un nuevo tanto hispalense.

En una jugada embarullada Bacca fue el más listo. Logró controlar, hacerse el hueco y disparar para que el balón avanzara entre un bosque de piernas y acaba entrando en la portería. El Sevilla no sólo había logrado darle la vuelta a la eliminatoria, sino que también había puesto tierra de por medio. Y todo en veintinueve minutos.

Con un marcador favorable vino la relajación en el tramo final de la primera mitad, donde el Oporto campaba por la parcela nervionense, dejando hasta dos sustos en la parroquia local. Herrera y un inadvertido Defour fueron los protagonistas de sendas acciones, las cuales dieron paso al fin del primer acto.

Dominio portugués en la reanudación

Llegó el momento de Beto. Si el Sevilla ha pasado esta eliminatoria es, en parte, gracias a su arquero, pues más allá de dejar con vida a su equipo en la ida, hizo lo propio en esta segunda parte, desviando dos disparos portugueses, aliándose con el poste, para que su equipo continuase con la renta en el marcador.

Poco después vino la expulsión de Coke, y con la misma el agobio hispalense, propiciado por un Oporto que tomó los galones del encuentro, encerrando a los locales en su área. Pero la falta de ideas terminó por condenar a un Oporto que veía como el tiempo se le escapaba, y, a su vez, la eliminatoria.

Gameiro dio la tranquilidad

El Sevilla fijó en el contragolpe su arma, y le salió bien el plan establecido. Con un Oporto volcado, los andaluces encontraron el hueco para hacer el cuarto y definitivo tanto. Su autor, Gameiro, culminó un centro de Vitolo. A falta de diez minutos todo quedaba decidido, y solo faltaba el pitido final del colegiado para dictaminar que el Sevilla es semifinalista de la Europa League.

Pero antes llegó el tanto de la honra portuguesa, de Quaresma. El extremo se sacó de la chistera un precioso disparo desde la frontal, al que Beto solo pudo acompañar con la mirada hacia la escuadra. Una pequeña mancha en el partido, pero que no emborrona el resultado. El Sevilla estará mañana en el sorteo de las semifinales.