Beto sostiene la idea de que el objetivo marcado en el club es que a base de esfuerzo y trabajo se pueda repetir lo que se hizo la temporada pasada. A pesar de haber sufrido las bajas de tres de los pilares fundamentales de la temporada pasada, como son Rakitic, Alberto Moreno y Fazio,  el portugués hace alarde de las ganas de triunfar de la actual plantilla.

Las ambiciones y metas del Sevilla en Liga son: "Trabajar y repetir lo que se hizo la temporada pasada. A pesar de las bajas, nadie es insustituible. Tenemos jugadores jóvenes de mucha calidad, como Denis Suárez y Gerard Deulofeu, con ganas de explotar, y eso nos da esperanza de que se va a hacer algo bueno".

En Turín el internacional portugués lloró de alegria, serán muchas las ocasiones en las que el meta haya visto de nuevo la final: "¡Un montón de veces! Fue la final más intensa de mi carrera. Poder ganarla y dedicarla a mi padre, que fue un ejemplo para mí. Fue un día memorable. Y feliz de ser parte de la historia del club. Tuvo un sabor especial, por ser contra un eterno rival para mí, que jugué en el Sporting y en el Oporto".

De siempre ha destacado en la faceta de parar penaltis en citas importantes pero no se considera un especialista: "Es cierto que en mi carrera, en todos los clubes en los que he estado, he parado penales importantes. Pero creo que es un poco de suerte, de trabajo y de estudio del rival".

El papel desempeñado por su selección en el mundial: "Fue una gran decepción para el país y los jugadores. Llegamos con mucha ilusión, con mucha calidad en la plantilla ¡Tenemos al mejor del mundo! Los octavos eran el objetivo mínimo, pero... Ya hay en marcha nuevos proyectos y el pasado queda para los museos".

La relación con su compatriota, amigo y a su vez rival, Cristiano Ronaldo: "Estamos en contacto. Con Ronaldo la relación viene de muchos años. Nos conocimos cuando él llegó al Sporting de Lisboa, donde yo estaba. Nos une una fuerte amistad. Y nos picamos mucho durante un partido. En 90 minutos somos rivales, pero hay una rivalidad sana. Él quiere que yo lo haga bien. Es una relación de respeto y admiración".

Beto ha tenido que luchar para llegar hasta donde está, nadie le ha regalado nada. A sus 19 años incluso llegó a plantearse dejar el fútbol: "Llevaba años creciendo en un grande como el Sporting, pero fui cedido al Casa Pia. Los clubes se pelearon y yo pagué por eso. No jugaba ni cobraba. Estaba lejos de la familia y fue duro. Al año siguiente no renové con el Sporting y me fui por decisión propia a Segunda división. Deportivamente me fue bien, pero mi familia es humilde, yo necesitaba ser independiente económicamente, y en 24 meses, cobré 6. Era una situación muy difícil".

"Lo pensé mucho y me dije me encanta esto, pero no llega mi oportunidad. Voy a volver a estudiar. Buscaba otro futuro. Pero subimos de categoría con el Leixoes y la cosa empezó a mejorar. Tuve la oportunidad de fichar por el Oporto, pero el día de la firma murió mi padre. Sin embargo, pensé: no voy a dejar de pelear por mi sueño. A partir de ahí todo empezó a salir bien. Es mi carácter, luchar".