Un comienzo ilusionante. Con toda una Liga por delante, el Sevilla ha comenzado de una manera difícil de mejorar, consiguiendo ganar cuatro de los cinco primeros partidos y sumando 13 puntos de 15 posibles, lo que le sitúa en lo alto de la clasificación igualado a puntos con el Barcelona.
Ante la Real Sociedad, el equipo hispalenses tuvo que trabajarse la victoria de principio a fin. El gol de Deulofeu en la primera mitad fue defendido a ultranza por el Sevilla, que supo sufrir en los últimos minutos del encuentro, donde la Real fue con todo arriba pero apenas consiguió crear ocasiones de peligro en la portería de Beto.
El equipo visitante salió de inicio con: Zubikarai, Mikel, Iñigo Martínez, Granero, Agirretxe, Xabi Prieto, Canales, Chory Castro, Zaldua, Gaztañaga y De la Bella.
El once del Sevilla volvió a estar marcado por las rotaciones: Beto, Tremoulinas, Krychowiak, Diogo, Bacca, Reyes, Kolodziejczak, Deulofeu, Pareja y Mbia.
Zubikirarai fue el primer protagonista de la noche, tras realizar una gran parada a una falta lanzada desde la frontal por Pareja.
La Real reaccionó con un centro-chut del Chory Castro que se chocaría en el larguero. Y poco después llegaría el único tanto del encuentro. Tremoulinas puso el balón al segundo palo desde la banda izquierda y Deulofeu llegó para rematar libre de marca. El canterano culé lo celebró con rabia ante la afición.
Tras el gol, la Real intentó reaccionar sin demasiado acierto, y el Sevilla tuvo el segundo con una doble ocasión de Banega y Reyes en la misma jugada, donde no concretaron ninguno de los dos.
Ya en la segunda mitad, la Real Sociedad buscó el empate intentando hacerse con el dominio del balón, y poniendo en apuros al Sevilla con más ganas que ocasiones. El equipo de Nervión, aún así, intentaba salir a la contra en busca del gol que sentenciara el encuentro.
El partido acabó con la victoria sevillista y un descontento generalizado con Mateu Lahoz. A la afición local no le gustaron las decisiones del colegiado, pero el equipo visitante tampoco acabó excesivamente contento con él.
Tras el partido, Emery aseguró en rueda de prensa que "hay que tener los pies en el suelo" a pesar del gran momento del equipo.
