Más allá de las jugadas a balón parado, de rehacer un equipo cada verano o de ganar la Europa League, hay algo por lo que será, o debería ser, recordado el Sevilla de Unai Emery. Hay dos formas de analizarlo: una, que los jugadores presionan y trabajan mientras lo necesitan, es decir, se dedican a especular con el resultado. Efectivamente, hay muchas veces que dejan la sensación de abandono, por alguna razón que solo ellos conocen. Sin embargo, en Elche se vio una segunda lectura, la de dosificar los esfuerzos sobre el campo.

Tras la doble jornada de selecciones y justo antes de viajar a Bélgica para enfrentarse al Standard de Lieja, el equipo hispalense salió a dosificar fuerzas ante un rival que se demostró claramente inferior. Siguiendo su guion habitual en este tipo de escenarios, esperó atrás para salir a la contra con sus velocistas Aleix Vidal y Gerard Deulofeu. Con Carlos Bacca en estado de gracia, la inercia llevó los tres puntos a Nervión.

Esa suficiencia es la que ha llevado al Sevilla hasta la segunda posición, que podría convertirse en liderato si el Barcelona pierde el próximo sábado contra el Real Madrid. El año pasado, el equipo sevillista ya hizo alarde de esta inercia ganadora, pero otras muchas veces se convirtió en desidia. Partidos que los rojiblancos pudieron ganar acabaron regalando los puntos, o los conseguían sufriendo excesivamente. Es el problema de jugar en la cuerda floja, puede salirte bien o mal.

Dos pruebas de oro

Tras el fiasco del Calderón y Rijeka, los sevillistas vuelven a presentarse ante dos pruebas de oro para confirmar el gran inicio de temporada. Primero, el jueves, toca visitar a un Standard que se desarma por momentos. Jugar en la casa de uno de los mejores equipos de Bélgica siempre es complicado, aunque la situación actual de ‘Les Rouches’ sea tan límite que esta semana haya dimitido el entrenador. Además, tras el último empate, los de Emery no pueden permitirse más tropiezos.

Tres días después, recibirán al Villarreal. Con los mismos días de descanso para ambos equipos, el ‘Submarino amarillo’ visitará el Sánchez Pizjuán en su mejor estado de forma de la temporada. Con un gran despliegue de fútbol, los de Marcelino han puesto en aprietos al mismísimo Barça y, con Uche y Giovanni arriba, intentarán abrir huecos entre Carriço y Pareja. Estos dos encuentros no serán solo la prueba para medir el nivel del equipo, sino que podrían servir de trampolín para visitar San Mamés en buena forma.

El entrenador siempre cumple

Aunque haya muchos detractores de su forma de plantear los partidos, es innegable que Unai Emery siempre cumple los objetivos. En Valencia ya fue criticado, aunque metió varias veces consecutivas al equipo ché en puestos de Champions. El año pasado, cuando el Sevilla se metió demasiado atrás en la clasificación, el sistema de juego destacó muy negativamente. Manteniendo su línea y mejorando individualmente a los futbolistas, el vasco consiguió formar al campeón de Europa.