El Valencia venció al Sevilla en un duelo que a la postre puede ser determinante para ver quién de estos dos equipos, los principales favoritos, juegan en la Liga de Campeones para el próximo curso. Por ahora, la previa la jugaría el Valencia.

Los valencianos jugaron un gran partido ante un Sevilla que fue de más a manos, diluyéndose con el paso de los minutos. Porque la entrada al partido había sido buena por parte de uno y otro equipo, con alternativas en ambas porterías, aunque más claras para los locales.

Parejo fue el hombre del partidoNegredo y Rodrigo, que fueron un tormento para la defensa sevillista en todo el choque, armaron la primera acción de peligro, la cual no pudo introducir a la red el ex del Benfica tras la buena asistencia del vallecano. El Sevilla, no obstante, no se arrugaba y le aceptaba el pulso a los ché, con buenas aproximaciones a balón parado, destacando un remate de Carriço que atrapó Alves sin muchas dificultades.

Carrusel de penaltis

Hasta tres penas máximas se pitaron, comenzando por uno de Diogo sobre Negredo, y transformado por Parejo para hacer el 1-0. El centrocampista engañó a Beto para batirle por poner en ventaja a su equipo. Y esa renta sería ampliada poco después por él mismo, finalizando un contragolpe de libro, donde Enzo Pérez le brindó una asistencia en forma de caramelo que el madrileño no desaprovechó. Mestalla era una fiesta.

El duelo Bacca-Alves se saldó con empatePero ese jolgorio casi se torna en funeral, ya que el Sevilla pudo empatar en poco menos de cinco minutos, los que transcurren del 35 al 40. En esos 300 segundos ocurrió que Diogo fue derribado por Parejo dentro del área, equilibrando el colegiado el duelo en cuanto a penaltis. Ahora para el Sevilla, el encargado de hacer gol fue Bacca para recortar diferencias.

Punto de inflexión

Y justo antes del 40 fue Cancelo quien barrió a Vitolo sobre el punto fatídico, señalado al instante por el colegiado. De nuevo Bacca frente a Diego Alves, aunque esta vez fue el brasileño el que salió triunfante, repeliendo con la pierna el disparo del colombiano. Fue el punto de inflexión del partido, pues, desde entonces, el Sevilla no volvió a ser el mismo.

Así, el paso de los vestuarios le vino mejor al Valencia, que salió decidido a cerrar el choque cuanto antes. Avisó Negredo con un fuerte disparo, pero fue Javi Fuego el que acertó tras una gran jugada de Rodrigo por banda. El mediocentro apareció en la frontal para ajustar al palo un tiro que fue imposible para Beto. De nuevo reinaba la tranquilidad en Mestalla.

Control valencianista

Y así seguiría hasta el pitido final, con un Valencia ordenado que apenas dejaba huecos, y sí que encontraba los mismos en la defensa rival, de mantequilla durante todo el choque. Casi anota el cuarto André Gomes tras un rechace de la defensa, pero metió puños el arquero sevillista para evitar un descalabro mayor. Varios contragolpes pudieron ser también letales, pero la puntería ché dejó de funcionar cuando ya no había necesidad de que apareciera, es decir, tras el tercer gol de la tranquilidad.

Los cambios de Emery no sirvieron de revulsivoEmery dio entrada a Denis Suárez, Gameiro y Aspas, buscando más mordiente arriba, pero sus planes naufragaron tanto como el equipo, estéril ante el muro levantado por Nuno. Diego Alves apenas tuvo trabajo en la segunda mitad, en un duelo que fue muriendo hasta que Jaime Latre decidió que se había acabado.

Pero no solo fue malo la derrota para el Sevilla, sino también la pérdida del ‘goalaverage’ particular, a favor de los de Nuno. Tras este tropiezo, los hispalenses aparcan la liga unos días para centrarse en la Copa ante el Espanyol, volviendo al campeonato doméstico el próximo domingo, precisamente ante los pericos de nuevo.