El Sevilla salió derrotado del Bernabéu en un partido en el que el marcador refleja la igualdad del mismo, pues los sevillistas tuvieron contra las cuerdas al cuadro blanco, siendo en determinadas fases del partido superior, pero la ineficacia de cara a puerta les jugó una mala pasada.

Perdonar y lamentarlo

De sobra es conocido en el fútbol el dicho de “quien perdona lo acaba pagando”, algo que le sirve para explicar lo cerca que tuvieron los de Emery sacar algo positivo del Bernabéu. Y es que justo en el comienzo actuó Casillas para salvar un mano a mano con Vitolo. En la siguiente no perdonó el Madrid, que aprovechó el mal fuera de juego tirado por el Sevilla para hacer el 1-0 gracias a un cabezazo de James a pase de Marcelo, los mismos protagonistas que hace unos días ante la Real Sociedad.

No obstante, el Sevilla no se arrugó y continuó con su partido atrevido, llegando a disponer de más ocasiones para, en este tramo del partido, igualar la contienda. Iborra recibió entre líneas de Vitolo y mandó su balón al poste tras regatear a Casillas, quien fue de nuevo protagonista minutos después salvando la volea de Vitolo.

Parecía que el empate era cuestión de minutos, pero lo que ocurrió fue que el Madrid anotó el 2-0 tras un error de Bacca, pues el colombiano rifó el cuero en mediocampo, propiciando la salida de los blancos y la culminación de la jugada con el segundo tanto de Jesé.

Goles y lesiones

Con lo anterior, se ve que el primer acto fue entretenido. Ocasiones, goles, pero también lesiones, con hasta tres cambios en total. Por partes, Ramos fue sustituido por Nacho tras el primer gol al notar un pinchazo en la parte posterior del muslo. El siguiente en abandonar el campo fue James, aquejado de una fractura en un dedo de su pie derecho. El Sevilla, por su parte, tampoco se libró, e incluso fue quien se llevó el peor susto, ya que Beto tuvo que salir en camilla tras un choque con Karim Benzema. En su lugar entró Sergio Rico.

Y lo cierto es que su actuación fue bastante buena. Pues, pese a encajar el primer tanto, evitó otro de Khedira antes del descanso, y tuvo suerte de que el último remate de Benzema antes del descanso no viera puerta. Los sevillistas, noqueados, agradecieron el pitido del colegiado para cortar el choque.

Pero la reanudación no fue ni mucho menos distinta al final de los primeros 45 minutos. Bale y Jesé, éste último al poste, pudieron sentenciar, algo que también tuvo Isco en sus botas, pero ninguno estuvo fino, y sí acertado Rico que achicaba aguas para mantener con vida a su equipo.

Los de Emery volvieron a coger aire y ganar metros, disponiendo de alguna que otra oportunidad en botas de un desafortunado Iborra, que no tuvo su noche. El valenciano entró en una acción solo en el segundo poste para empujar una pelota y lo que hizo fue devolverla al pasador. Pero no desesperó, participando en el tanto que dio el premio al esfuerzo hispalense.

Aspas puso emoción

Este llegó a diez minutos para el final. Su autor, un enrachado Aspas, empujó una gran conducción de Vitolo por la izquierda. La última la tuvo Carriço, pero envió alta las aspiraciones visitantes por sacar algún botín del Bernabéu, donde, pese a la derrota, dejaron una gran imagen.

Así, Real Madrid y Sevilla se pusieron al día en la clasificación. Unos más líderes, con cuatro puntos de ventaja con el Barcelona, y otros manteniendo su ansiada plaza de Liga de Campeones. El próximo asalto de los blancos es la visita del Calderón, mientras que los de Emery volverán a viajar a Madrid, concretamente al Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.