Del encuentro que perdió ayer el Sevilla se pueden sacar varias lecturas. Unas, más fundamentadas en cuestiones de sensaciones, como puede ser la flaqueza defensiva, y otras puramente basadas en los números y en las estadísticas. La derrota fue la cuarta consecutiva en cuatro partidos lejos del Sánchez Pizjuán.

Cuesta asimilar que un equipo que marca tres goles lejos de su estadio, termine perdiendo estrepitosamente. Teniendo en cuenta que llegó a remontar un resultado adverso (del 2-1 al 2-3 en el minuto 78), la derrota final escuece más si cabe en un plantel que vive últimamente dentro de una especie de montaña rusa con alegrías y decepciones según el partido.

Iguala su peor racha

Unai Emery ha jugado con el Sevilla 40 partidos como visitante en Liga. Sus estadísticas no son desfavorables en cuanto al número de encuentros en el que ha terminado sacando algo positivo (12 victorias y 9 empates por 19 derrotas). El técnico vasco vivió su peor racha al frente de los andaluces en cuanto a los partidos fuera, inmediatamente después de su llegada al banquillo hispalense.

Entre el 9 de febrero de 2013 y el 30 de marzo del mismo año, Emery perdió frente a Barcelona, Real Madrid, Mallorca y Levante, y rompió esa racha sacando un empate en el Benito Villamarín ante su eterno rival. Esta dinámica de cuatro partidos sin ganar fuera de casa aumenta si le añadimos la derrota frente al Atlético de Madrid en Copa del Rey. Actualmente suma los mismos partidos perdiendo (cuatro de Liga más uno de Copa del Rey).

Consecuencias

Estas derrotas en Liga han tenido importantes consecuencias clasificatorias. Así, el Sevilla, antes de visitar el Bernabéu y caer por 2-1, se encontraba clasificado en cuarta posición con 39 puntos, aventajando en uno al Valencia. Tras las derrotas ante Valencia, Getafe y Real Sociedad, los hombres de Emery se encuentran en quinta posición con 45 puntos y a cinco del Valencia que marca la frontera de la Liga de Campeones. La diferencia podría ser mayor si no se hubiera mantenido la solidez en los choques de casa.

Por lo tanto, toca volver a casa y lamerse las heridas para sacar conclusiones sobre la debilidad que está mostrando el equipo lejos de Nervión. El calendario, caprichoso como siempre, hace que sin tiempo para asimilar lo ocurrido en Anoeta, haya que empezar a pensar en el enfrentamiento ante el Mönchengladbach, que será en Alemania. Será una buena oportunidad para volver a la senda del triunfo en tierras visitantes.

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Sobre el autor
Juan de Dios Pérez Boza
Sevillano de la generación de 1988, graduado en Periodismo por la US, amante del deporte en general y del fútbol y de la natación en especial.