La Champions no está tan lejos

En el Ramón Sánchez Pizjuán siguen de celebración y es que con el partido de ayer, domingo, ya superan los 365 días sin conocer la derrota en su feudo. En esta "fiesta" de domingo, los encargados de animar el cotarro fueron un Carlos Bacca que vuelve a tener la forma y el acierto que se le espera y que se le requiere para lo que se avecina, y un par de chicos bajitos, Banega y Reyes, que parecen estar viviendo una segunda juventud en Sevilla, sobre todo el primero.

El partido sin embargo, no fue uno de los mejores del equipo andaluz en su casa esta temporada, pero el Sevilla está fino y eso se nota. Si no son Aleix Vidal y Vitolo desbordando por las bandas y al contrataque los que destrozan a los rivales, lo hacen Reyes y Banega, mencionados antes, los que con su juego interior e inspiración solucionan un partido. Y así es como sucedió ayer, cuando a los 18 minutos Reyes se adentraba en el área y era derribado por Coro. Con esto se ponían las cosas un poco más fáciles para el Sevilla, ya que hasta el momento poco o nada peligroso había sucedido en el área de Tyton. El segundo gol fue de nuevo obra de Carlos Bacca, que ya suma dieciséis tantos en liga, tras un gran pase de Coke, y el tercero, lo materializó el francés Kevin Gameiro aunque medio gol se le puede asignar a Ever Banega por su pase, demostrando así que pese a su sonada irregularidad, actualmente es uno de los jugadores más en forma de la Liga BBVA y eso en Sevilla lo notan y lo disfrutan.

En la tarde de ayer no todo fue tan de cara ni tan bonito como se pinta, pues en el descanso el técnico ilicitano arengó a los suyos y estos salieron con intenciones de sacar algo positivo de orillas de Nervión y la parroquía de este estadio, que suele impacientarse cuando no le gusta el juego de su equipo se lo hizo saber a los jugadores y Unai tuvo que mover ficha sancando a M´Bia, Aleix Vidal y Gameiro, para deshacer el cansancio acumulado.

Hay que destacar también, la papeleta que está solventando el canterano Sergio Rico, que tanto en el partido de ayer como en el de El Madrigal el jueves, tuvo intervenciones claves para que el Sevilla tenga una renta de dos goles sobre el Villarreal para la vuelta y se encuentre a cuatro puntos de la Champions.

La labor de Unai y sus rotaciones es algo que tampoco tiene desperdicio. El técnico vasco creyó y decidió que el pasado jueves el mejor plantemiento para sacar algo positvo de Villarreal era jugar con tres mediocentros de larga envergadura y dos jugadores como extremos puros, pues lo hizo y mejor no le pudo salir, ya que se volvió para Sevilla con 1-3 en el bolsillo. Que hay que dar descanso a esos jugadores y cambiar a medio equipo y de planteamiento, pues de nuevo Unai lo hace y le sirve para llevarse los tres puntos ante un Elche peleón pero algo indefenso y tímido. En definitiva, Unai ha conseguido el compromiso único y común entre todos los componentes de la plantilla y el técnico sabe aprovecharlo y de qué manera.