Intensidad, rivalidad y emoción; el derbi de filiales estuvo marcado por la igualdad que se vio sobre el césped. Ningún equipo destacó sobre el otro y hubo que esperar al descuento para ver las dos acciones más relevantes. La primera, una entrada de Madrigal que provocó la roja directa en el 92'. Y un minuto después, la más importante: un zapatazo de Cotán que sirvió para decantar el 'mini-derbi' del lado sevillista.
Juan Merino alineó a: Montoya, Rafa Navarro, Isaac, Caro, Pozo, Lolo, Álvaro, Carlos García, Álex, Fabián y Juanma.
Diego Martínez, por su parte, salió con: David Soria, Carmona, Matos, andela, Martínez, Luismi, Carlos Fernández, Romero, Juan Muñoz, Borja Lasso y Juanje.
El encuentro no tuvo un dominador claro en la primera mitad. El Sevilla Atlético lo intentó y tuvo algo más de posesión, pero esta no se vio traducida en ocasiones claras de gol.
El dominio era ligeramente local, pero las ocasiones no caían por ningún lado. Montoya y David Soria fueron dos espectadores más en una tarde nublada en cuanto a ocasiones (y tiempo) se refiere.
Tras el descanso, fue el Betis quien dio un paso adelante y se hizo en mayor medida con la posesión. Los de Merino buscaron la portería de David Soria y gozaron de sus mejores ocasiones del encuentro, estrellando un balón en el palo mediada la segunda mitad.
Con la intensidad propia de los derbis, el partido apenas dejó durante los 90 minutos acciones duras ni fuera del reglamento.
Ya en el descuento, Madrigal vio la roja directa y, con diez jugadores sobre el campo, el Betis encajó el tanto definitivo. Cotán se sacó un zapatazo que se coló en la portería de Montoya e hizo el definitivo 1-0.
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