Tras demostrar ante el Barcelona de lo que es capaz este Sevilla, Unai Emery quiere intentar llegar a los puestos altos de la clasificación, aunque para ello hay que superar a dos equipos que también están en buena forma: “Miedo no tenemos ninguno. Al nivel de puntos tan alto como el que estamos yo he jugado la Champions con el Valencia. Ahora, con los dos superequipos que están arriba, el resto no llega. Ahora mismo la Champions es favorable al Atlético y al Valencia, que están por delante. Pero no vamos a renunciar a ir a Champions, vamos a buscarlo. Mientras tengamos Europa, somos felices”.

El conjunto hispalense sigue sin perder en casa. Mientras tanto, su entrenador no piensa en si el equipo ha tocado techo al no ser doblegado por el líder: “Es difícil hablar de techos, esperamos siempre crecer, tener la ambición y las posibilidades de hacerlo en la línea en la que estamos. Este año estamos en Europa League y peleando por la Champions más cerca que el año pasado. Todo lo que estamos viviendo es bonito y esperamos seguir viviéndolo”.

Entrando en los asuntos referentes al partido, uno de los que se han tratado es el de los cambios, que han sido muy importantes a la hora de igualar el partido: “Pueden salir bien y mal, lo importante es que los jugadores quieran. Estaban desde el calentamiento, y si están enchufados, es mérito de ellos. En momentos necesitamos la luz de Reyes o la velocidad de Gameiro”.

"El resultado hace que sigamos ilusionados"

El transcurso del choque le ha dado un meritorio empate a los sevillistas, pero la primera media hora le costó un disgusto al equipo: “El partido ha llevado un guión que incluso se podía perder. Es difícil llevar el control del partido ante el Barcelona, también tener una capacidad de respuesta a la presión constante. En la primera media hora nos ha faltado esa adaptación a la seguridad del Barça evitando la presión. Es importante saber aguantar esos momentos para ir elevando. Con el 0-2 nos invitaba a acelerar el proceso en el partido, ajustar las posiciones sobre ellos y que nos beneficiara". Y así sucedió a partir del tanto de Banega, cuando ese guión cambió: "Con el 1-2 nos hemos metido. Nos daba credibilidad para el segundo tiempo y ver que podíamos hacer sufrir al Barcelona. Continuamos imbatidos y la afición sigue ilusionada con el equipo. Yo quería ganar, pero el resultado hace que sigamos ilusionados”.

Volviendo a esa fatídica primera media hora, el vasco ha dado explicaciones. “El desarrollo del partido y la capacidad de ellos nos han llevado a media hora sin poder presionarles. El árbitro puso el listón de las faltas alto y no pudimos ser más agresivos. El paso adelante nos ha hecho tomar unos riesgos. En la primera ocasión nos han hecho gol. La única manera de hacer algo sobre ellos era tener el balón, hacerles correr”, concluyó.