El Sevilla consiguió un empate que le permite mantenerse invicto en su feudo, el Ramón Sánchez Pizjuán, un estadio donde no pierde desde hace más de un año. Y lo hizo tras reponerse de un 0-2 en contra. Messi y Neymar habían dado clara ventaja a los visitantes, pero un error de Bravo, primero, permitió que Banega acortara distancias y otro error, en esta caso de Piqué, hizo que Gameiro igualara el encuentro y repartiera los puntos entre andaluces y catalanes.

El Barcelona se conjuró antes del inicio a sabiendas de que no sería un partido fácil. Emery y Luis Enrique, por su parte, se saludaron afablemente antes del pitido inicial.

Con el balón en juego, el Barcelona mostró su sello nada más comenzar. Se adueñó del balón y del partido y empezó a llegar al área de Sergio Rico con asiduidad.

Con un Neymar muy participativo y las buenas combinaciones con Iniesta y Messi, el Barça acechó la portería rival y buscó, con diversos disparos, el primer gol de la noche.

La insistencia visitante tuvo premio al cuarto de hora de encuentro. Neymar cedió a Messi dentro del área y este, como si acostumbra a hacerlo de tal manera que parece sencillo, colocó el balón cerca de la escuadra para hacer el 0-1.

El partido, con la ventaja blaugrana, siguió el mismo curso con un Barça dominador y ante un Sevilla que no conseguía encontrar el camino.

Neymar provocó un libre directo al borde de la frontal que se llegaba la media hora de juego. El brasileño habló con Messi y fue el '11' encargado de enviar el balón al fondo de la red para hacer el 0-2.

Neymar agradeció a Messi que le dejara lanzar la falta y luego lo celebró con el equipo y se lo dedicó a la afición blaugrana que había acudido al Pizjuán.

Con todo en contra, el Sevilla consiguió marcharse a vestuarios aún dentro del partido. No había estado fino en ataque, pero un disparo lejano de Banega sirvió para que Bravo, poco afortunado, no atajara el balón y permitiera hacer el 1-2.

El Sevilla entró más enchufado en la segunda mitad a sabiendas de que podía rascarle puntos al Barça después de haberlo tenido todo en contra.

El Barça aminoró una marcha y se le vió más pesado en la segunda parte, llegando menos al área rival y viéndose superado en algunas ocasiones por el empuje local.

Y cuando se llegaba al tramo final del partido, otro error visitante, esta vez de Piqué, permitió que Reyes robara un balón, abriera a banda y Gameiro, en el segundo palo, hiciera la igualada. Sergio Rico celebró el empate con rabia.

El partido concluyó con un reparto de puntos que gustó más a los locales, que siguen inmersos en la lucha por la Champions. El Barça, por su parte, se dejó tres puntos en su lucha por el campeonato.

Rakitic se marchó ovacionado y regalando sus vestimentas a la afición del Pizjuán, que hasta hace pocos meses era su casa.

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Emery, en sala de prensa: "No vamos a renunciar a ir por la Champions"

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