El comienzo del encuentro fue arrollador para el Sevilla, ya que los de Luis Enrique sabían que horas antes el Real Madrid había ganado con solvencia y empezaban a sentir el aliento del eterno rival, por lo que salieron sin especulaciones, a presionar y a mover el balón como pocos equipos saben. El Sevilla mientras, se defendía lo mejor que se podía, juntitos y con algún intento rápido pero fallido a la contra. 

Con esta tónica de partido, llegaron los dos goles de los azulgranas, en los que el canterano Sergio Rico poco pudo hacer o eso al menos creyó el, en sendos disparos de Messi y Neymar. Poco después pudo llegar la sentencia con una ocasión del desafortunado Luis Suárez, que marraba el uruguayo de forma inexplicable. Este fallo dio alas a un Sevilla, que disfrutando de la pegada y el acierto del que presume y hace halago ultimamente sea quien sea el guardameta o zaga que esté en frente, acortó distancias por mediación de un disparo de Banega desde fuera del área. El Barcelona se iba perdonando al descanso y el Sevilla, que cada partido que juega parece crecer más en cuanto a ambición y a credibilidad en sí mismos se refiere, se marchaba con esperanzas de al menos, plantar cara al líder de la liga.

Y así fue, salvo los primeros minutos de la reanudación, durante el resto de la segunda parte los locales salieron a morder con un Aleix Vidal eléctrico y la entrada de refresco de Reyes y Gameiro, que le dieron movilidad y frescura al equipo, siendo este último el encargado de anotar el empate a dos definitivo en el minuto 83.

Cada vez más competitivo

Y es que así lo demuestran partido tras partido los hombres de Unai, dejando ya en el olvido la pobre imagen mostrada en las visitas a Atlético de Madrid, FC Barcelona y Valencia y viéndose esta mejora ante los equipos grandes como contra el Real Madrid en el Bernabéu (derrota por 2-1), Atlético de Madrid en el Sánchez Pizjuán donde el Sevilla mereció algo más que un empate y este sábado ante el FC Barcelona, en una segunda parte brillante en la que pudieron hacer más grave si cabe el traspiés del líder a orillas de Nervión.

Juez de la liga

De los llamados grandes, aún tiene que visitar el Pizjuán el Real Madrid, ahora mismo a dos puntos de los azulgrana, que ya supó lo que es perder media liga en Sevilla el año pasado, sucumbiendo 2 a 1. Y si a la competitividad que ofrece este Sevilla, ante cualquier equipo en su campo, le sumas la más que posible opción de que el equipo siga luchando por entrar en Champions vía liga, se antoja un partido para la jornada 35 de espetacular, como mínimo parecido al visto este sábado. Pues ya serán tan solo 9, los puntos que queden en juego después de ese partido.

La Champions aún es posible 

El Atlético de Madrid empató ante el Málaga y aunque lograse el mismo resultado que el Sevilla y mantenga la distancia, la imagen ofrecida y el rival distan de uno a otro. Mientras que el Valencia, en estos momentos empatado a puntos con el equipo su ex entrenador, Unai Emery, juega en la tarde-noche de hoy el derbi valenciano ante el Levante en Mestalla.

Regreso del hijo pródigo

Y es que parece como si el croata no vistiera otros colores ni se hubiera marchado nunca, viendo el homenaje que se rindieron mutuamente afición y jugador. Lo vivido en el estadio al término del partido, es digno de elogiar y de alabar, pues Rakitic dio mucho por el Sevilla FC y la afición lo sabe, lo sabe y lo agradece.