Dos cambios tenía preparados Unai Emery respecto al once que venció en Sevilla al Real Madrid: Iborra y Reyes por Banega y Konoplyanka. Seguramente, debidos al cansacio acumulado por ambos jugadores en sus compromisos internacionales. El resto, los mismos, con Inmobile en punta y Gameiro y Llorente a la espera en el banquillo.

El inicio del encuentro ha sido dubitativo e impreciso por parte de ambos equipos: el equipo local por la situación comprometida en Liga y el estreno de nuevo entrenador en el banquillo, Eusebio. Mientras que por el equipo hispalense, se debe en parte, a la ausencia de los jugadores con más talento y en mejor forma del equipo y a la irregularidad que está teniendo el equipo esta temporada, sobre todo lejos del Sánchez-Pizjuán.

Con el paso de los minutos, el Sevilla supo desquitarse de las primeras acometidas realistas y en cuanto acudía a la presión, conseguía robar el esférico con facilidad. Pero el nerviosismo se percibía en ambos bandos, sobre todo en cuestiones defensivas, con mención especial para el zaguero sevillista, Andreolli que fue amonestado en su primera infracción a los seis minutos de juego y que a continuación cometió varios errores de severa importancia. No era el día del italiano, que tenía que abandonar el encuentro lesionado a los dieciocho minutos. Su lugar lo ocupaba kolo.

En el minuto 12 del encuentro ha tenido lugar una jugado que ha  podido cambiar el devenir del encuentro: contra hispalense dirigida por N´Zonzi, que realiza un autopase y se le va largo, le acompañaba Inmobile, que al participar el linier entiende que está en situación antireglamentaria. Algo que como en las propias repeticiones se ha podido apreciar, el italiano se encontraba en línea con el último defensor. La jugado ha acabado en el esférico en el fondo de la portería donostiarra, pese a no haber subido al marcador.

Con el nerviosismo y la imprecisión patentes en cada jugada, se sucedían las ocasiones para ambos equipos aunque sin suponer mucho peligro para las porterías. Bruma y Xabi Prieto probaron sin mucha violencia a Sergio Rico, el primero con un disparo centrado tras jugado por banda derecha y el segundo, con un remate de cabeza que fue directamente a las manos del cancerbero sevillista. En el minuto 40, Canales, obligó a Rico a estirarse con un lanzamiento raso pegado al palo derecho. Mientras que Reyes con un disparo por alto desde fuera del área y Rami y Kolo, con sendos remates de cabeza, fueron los encargados de inquietar al guardameta argentino.

Empuje sevillista

Tras el descanso, los de Unai salieron con convicción a por los tres puntos, prueba de ello fue la combinación de Iborra e Inmobile con un disparo a bocajarro del italiano y la jugada entre Reyes y Vitolo que se marchó por muy poco. pero este Sevilla si destaca por algo es por su irregularidad y pronto desapareció esta presión y buena actitud sevillista. En el minuto sesenta, Unai dio entrada a Konoplyanka por Reyes pero el ucraniano hoy se encontraba cansado y no ha sido su día.

Los errores se pagan caros

El control del partido no tenía un dueño claro pero en el minuto 72, un mal despeje de Krychowiak dejaba en bandeja para que Agirretxe hiciese su noveno tanto en esta liga. Enseguida, tras encajar el gol, Unai agotaba los cambios: daba entrada a Gameiro por Inmobile. Sin tiempo para asimilar el gol, nuevo varapalo para el equipo sevillista: nuevo despeje de Krychowiak y Xabi Prieto aprovechaba para poner tierra de por medio y asegurar la primera victoria donostiarra en Anoeta. Los minutos finales del encuentro son fáciles de imaginar: una Real alargando el campo y tocando y un Sevilla condenado a correr detrás del balón sin obtener nada a cambio.

Asignatura pendiente

Sigue el Sevilla sin vencer fuera de casa e incluso sin merecer la derrota, como en el día de hoy. Pese a no ser uno de los mejores partidos de los hombres de Unai, el equipo presionó y supo crear ocasiones, dentro de la irregularidad de juego que arrastra este año. Pero sus errores en defensa, le condenaron.

Mucho tiene que mejorar este Sevilla si quiere sacar algo positivo de la Champions el próximo miércoles en Alemania y sobre todo, para volver a ver al gran equipo del año pasado, que pudo alzarse con la Europa League y acabar quinto en Liga con el mejor registro de puntuación en la historia del club.