El Sevilla ha caído eliminado de la Liga de Campeones. Después de varios años sin participar en la máxima competición europea, el equipo de Nervión generó mucha ilusión con su clasificación, más que merecida, para la Champions League. Además, esta se produjo entrando por la puerta grande, tras alzarse la temporada pasada con la Europa League, segunda consecutiva y cuarta en su historia. Tras un verano de muchos fichajes y salidas importantes, Monchi consiguió armar un equipo que, sobre el papel, colmaba las aspiraciones de los aficionados. Sin embargo, la práctica ha ido poniendo a cada uno en su lugar y se ha encargado de demostrar que los que se fueron eran pilares del grupo y que los que han venido no están a la altura de las exigencias que tiene el club hispalense.

Como ejemplo para el análisis de qué ocurre se tomará el partido frente al Borussia Mönchengladbach, el que ha certificado el adiós a la Champions. Los futbolistas rojiblancos realizaron un total de 20 disparos a portería. La cifra, nada desdeñable, es garante de una buena capacidad de llegada; el equipo sabe crear ocasiones y llegar a portería. En este punto hay que detenerse a observar el que puede ser el mayor problema del Sevilla este año: la delantera. El año pasado, Carlos Bacca realizó 59 disparos sobre la portería, contando solo los partidos de Liga BBVA. De ellos, 42 fueron entre los tres palos y 20 se convirtieron en gol. El Sevilla ha perdido con la venta de Carlos Bacca un jugador que marcaba gol una vez de cada tres que tiraba a puerta. Los de Unai Emery dispararon ayer 11 veces entre los tres palos, pero solo marcaron dos goles. 

La soledad de Krycho

Otro de los problemas que acucia al equipo sevillista es el centro del campo. Krychowiak es bueno, muy bueno, pero no puede sostener a un equipo él solo. En el esquema del técnico vasco este año han acompañado al polaco todas las opciones posibles, mas alguna más que ha podido inventar Unai Emery. N'Zonzi, Krohn-Dehli, Cristóforo, Banega e incluso Coke. Nadie ha podido dar el rendimiento que M'Bia aportaba los últimos dos años, ni ha sabido complementar al centrocampista sevillista.

Para colmo, Unai Emery no ha encontrado en Mariano el sustituto que esperaba traer para la marcha de Aleix Vidal. Y es que el jugador catalán creaba juego desde su banda, al igual que hiciera en su época el brasileño Daniel Alves. Coke es un jugador que cumple, pero que tiene sus limitaciones y Mariano no ha sabido adaptarse a lo que le pide su entrenador, ni a lo que la grada le exige. 

Todo esto ha traído consigo un inicio de temporada en el que el equipo no pasa de la mitad de la tabla en liga y en el que ha caído eliminado en la primera ronda de Champions. Es cierto que forma parte del grupo más difícil de la competición, pero lo que se le exige al equipo no son resultados, sino lucha, cosa que este año no aporta como de costumbre. La indolencia del equipo en partidos como el de Turín, la visita del City y un sinfín de encuentros ligueros es lo que más está enfureciendo a los aficionados.