Desde hace unos años, los derbis han pasado de ser un mal ejemplo de convivencia y civismos entre dos aficiones a convertirse en un partido de máxima rivalidad pero en el que esa rivalidad no pasa del terreno de juego. Las muestras de cordialidad entre ambas directivas y la completa ausencia de declaraciones en la previa para calentar el choque, hace que este partido, ahora sí, sea un ejemplo de saber estar entre dos aficiones que mantienen su rivalidad y sus ganas de vencer.

El presidente Castro no dudó en afirmar que la Copa del Rey es “un título importante” en el que el año pasado no pudieron llegar “todo lo lejos que quisiéramos”. Por lo tanto, el torneo del KO genera buena expectativas y “se nota la ilusión” en la plantilla y en todo el club en general. Esta ilusión también es provocada por el rival que se tiene enfrente, un Betis, “el eterno rival de la ciudad”. Castro apuntó que si finalmente se clasifican “sería una doble alegría”.

Cambio de entrenador

El Betis llega a Nervión tras la reciente destitución de su entrenador, Pepe Mel, en su lugar estará Merino, por lo que el presidente espera que los heliopolitanos ofrezcan “un partido competido, porque cuando un equipo cambia de entrenador hay una mentalidad distinta”. El Betis llegará con unos jugadores que “vuelven a tener ilusiones” por lo que espera que el rival lo “ponga difícil”.

El presidente no quiere relajaciones y como ejemplo habló sobre el derbi de la Europa League, el Sevilla llegó al Villamarín con idéntico resultado y finalmente remontó. “Nosotros en el euroderbi fuimos capaces de doblegar esa misma distancia de dos goles. Hay que salir desde el primer minuto a intentar ganar el partido y superar al rival”.

Por último, Castro habló sobre la disponibilidad de entradas, “quedan (entradas) sueltas por todas las zonas del estadio”. Se espera una gran afluencia de público ya que el partido general “expectación suficiente”. El espectáculo está servido en el Sánchez Pizjuán a partir de las 20:30 horas.