El once del técnico rojiblanco quizás anticipaba algo. Salir con Llorente, N'Zonzi, Rami... Jugadores altos, corpulentos, no muy rápidos, pero potentes en el juego aéreo, lo idóneo para jugarles en casa a un Atleti que se caracteriza por su juego duro y físico, por lo que la suplencia de jugadores como Gameiro o Cristóforo están justificadas y más con el resultado final. Tanto es así, que no fueron capaces de deleitar a su público en su estadio marcando un gol, al igual que el Sevilla no hizo gritar de alegría a los desplazados a la capital española.

No tuvo el balón, pero contuvo al Atlético

El Sevilla no fue el protagonista del balón, ni del juego, ni del partido, pero sí supo mantener bien plegadas las líneas, mantuvo al Atleti sin entrar en tres cuartos de su campo, e incluso plantó cara en algunos momentos del partido a los colchoneros, que se crecieron en la segunda mitad, más aún en los últimos diez minutos de partido, que hizo sufrir a los andaluces, los cuáles gracias a la buena actuación general del equipo, en especial de los centrales y laterales, supieron contener el balón lejos de la portería de Sergio Rico, incluso con un jugador menos, debido a la expulsión de Vitolo, y cuando esto no era así, el cancerbero sevillista actuó de oficio para detener las acometidas del Atlético, en especial de Griezman, que inclusó cabeceó a uno de los palos que defendía.

Recuperando la confianza perdida

Tras este encuentro, se reafirma el buen hacer del Sevilla, el lavado de cara que jugadores, entrenador y directiva prometieron y que, hasta el momento, se está cumpliendo, lo cuál afirman los números y la confianza de la afición en el equipo, que perdieron en gran parte en la primera vuelta y que, a base de los derbis ganados, estadísticas como el no haber recibido gol alguno en Copa del Rey o partidos como este, han recuperado unos jugadores que se encuentran más motivados de cara a lo que resta de temporada.