No es la primera vez que un jugador llega a un club con unas expectativas altísimas, y acaba terminando en el fracaso más absoluto. No es la primera vez en el Sevilla y mucho menos en el planeta fútbol, y tampoco será la última. En el club de Nervión ya se han vivido casos anteriores: Bebeto, Dassaev, Kerzhakov, Koné o sin ir más lejos Immobile. Jugadores con un gran cartel, que llegaron como estrellas, pero que se estrellaron ante el muro de la cruda realidad.

Parece que hay un jugador en el Sevilla FC del presente amenazado con sufrir este mal, ese jugador es Fernando Llorente. Fernando no ha rendido ni un 15% de lo que se esperaba de él, y ya no sólo son los goles –que también tiene números decepcionantes- es el juego aportado, que es básicamente nulo. Fernando cuando llegó a Sevilla se encontró una competencia reducida, un Gameiro que no se encontraba en su mejor momento de puntería y un Immobile inadaptado y sin oportunidades. Era el cóctel perfecto para poder explotar y hacerse notar, pero eso no ocurrió, el Internacional español se vio envuelto en una serie de sucesivas molestias que le impidieron rendir al nivel que todos quisieran. Cuando Gameiro cogió su máximo nivel se esperó cierta reacción en el riojano, pero el rendimiento siguió siendo el mismo, igual de decepcionante.

El gol a la Juventus, su momento de gloria

Si ha habido un momento en el que Fernando ha sido crucial, ese momento es el partido frente a su ex equipo en el Sánchez-Pizjuán, donde anotó un gol que le valió al Sevilla una clasificación para la UEL in extremis, salvando una temporada que se antojaba difícil.

Pero sacando ese gol de contexto, es, a fin de cuentas, un gol, ¿Qué menos para un delantero? La importancia de ese gol es mucha, pero su bagaje goleador no ha sido el mejor, siete goles anotados en un conjunto de 30 partidos jugados, de los cuales 5 goles supusieron una victoria para el equipo nervionense.

Pero, ¿Cuáles son las causas de este bajo rendimiento del internacional español?

No encaja en el esquema

Fernando Llorente no es el tipo de jugador que este proyecto necesita, el juego del equipo no se puede adaptar a él, pues entonces sufre el conjunto, y Fernando no parece adaptarse al juego del equipo confeccionado por Unai Emery, donde Iborra aporta más jugando en el lugar de Llorente.

Fernando Llorente en declaraciones a MARCA: “Ellos no estaban acostumbrados a tener a un delantero de mis características en los últimos años y eso se nota”

Este es un proyecto asentado y confeccionado, con una idea clara de juego, donde nadie se adapta a un futbolista, es el futbolista quien se adapta a sus compañeros y eso le está pasando factura al de Lezama.

Anhela Turín

Otro gran problema es lo que pasa por la cabeza del jugador, que ha manifestado varias veces su anhelo de volver a la Juventus, donde pasó los mejores años de su carrera. El delantero está desconcentrado, no está pendiente de triunfar en Sevilla, de echo parece que lo poco que quiere demostrar en la capital andaluza es con el ánimo de volver a Italia y eso ante la afición es imperdonable.

Fernando Llorente en declaraciones a Tuttosport: “Volver a la Juventus sería como un sueño. Allí pasé dos años fantásticos y hubo 'feeling' con los tifosi”.

La actitud de Llorente no es la adecuada, él explica que está concentrado en el Sevilla, pero –y aunque la realidad solo la puede saber él mismo- la imagen que da al exterior no es ni mucho menos esa, continuas menciones a la Juventus en cada entrevista que concede y una actitud distraída y triste en el terreno de juego, hacen que salten todas las alarmas en el staff técnico sevillista.

Simplemente y a modo de consejo constructivo: Fernando, no muerdas la mano que te da de comer, si estas en el Sevilla piensa en el Sevilla.

Falta de minutos

La falta de minutos es un hecho que el delantero viene denunciando desde comienzos de temporada, pero a decir verdad es algo que él mismo ha provocado, Llorente ha jugado 30 partidos, minutos más que suficientes para demostrar que estás preparado, que se puede contar contigo y devolver la confianza depositada. Si no eres capaz de cumplir, se te relega –y con más razón aún si la competencia (Gameiro) está a un nivel altísimo-.

El fútbol es así, cada uno tiene sus oportunidades, tiene su tren, a veces pasa más rápido, otras más lento. En el caso del riojano ha tenido tiempo suficiente para sacar su billete y poder subirse, pero quizás, penalizado por los hechos que exponíamos anteriormente Fernando nunca sacó su billete.

Última oportunidad

Seguramente el fútbol le dé una nueva oportunidad al delantero, queda mucha temporada aún y el equipo le va a necesitar, por lo que es momento de, al menos, salvar lo que queda de temporada y en el caso de que abandone la entidad andaluza en el próximo mercado estival –una posibilidad real- que parta con buen sabor de boca y con el maravilloso recuerdo de que un año fue sevillista.

En el caso de mantenerse en el club otra temporada más, solo él puede hacerse de valer y solo él puede poner las soluciones necesarias para que su juego cambie y sea aquel futbolista “TOP” que era en el Athletic Club.

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Sobre el autor
Juan Vega Relimpio
1996. Geografía y Gestión del territorio e Historia en la Universidad de Sevilla. amante del deporte y apasionado del fútbol