Banega, Rami y Emery tienen en común su fundamental papel en el actual Sevilla FC y su paso por el Valencia CF, equipo al que se enfrentan este domingo en Mestalla. Los tres tuvieron brillantes actuaciones en el conjunto ché, pero ninguno fue tratado como merecía por la exigente afición del Valencia. Monchi estuvo más listo que nadie y les brindó una oportunidad que supieron aprovechar, ganando una regularidad que les ha llevado a convertirse en piezas clave del cuadro hispalense.

Emery, el primer gran triunfador

Ya se sabía que Unai Emery era un gran entrenador. Ascendió al Lorca a Segunda y al Almería a Primera. Con el Valencia consiguió grandes resultados, siendo el tercer equipo de España durante ese período pero eso no bastó a directiva y afición. Tras un breve y agrio paso por el Spartak de Moscú, recaló en las filas del Sevilla. Allí, supo reordenar las bajas importantes de cada temporada, logrando en dos ocasiones la Europa League y el récord de puntos del club en una temporada liguera (76).

Banega, brújula arreglada a tiempo

Éver es quien lleva la manija del Sevilla. Su fichaje fue muy cuestionado, ya que abandonó el conjunto ché tras muchas lesiones e inoportunas polémicas. Su comportamiento era polémico, y las pocas oportunidades con Pizzi en el banquillo le llevaron hasta Newell's Old Boys. Allí cuajó unos buenos meses y Monchi, avalado por Emery, le trajeron para darle la batuta de un nuevo Sevilla, tras la marcha de Rakitic. La ausencia del croata parecía enorme, pero supo llenarla con gran juego, pases, precisión en balón parado y goles. Su gran temporada coronó con la Europa League, levantada en Varsovia, donde fue elegido MVP de la final.

Rami, otro líder

Adil Rami demostró sus grandes cualidades defensivas en el Valencia pero una mala relación con la directiva y un mal comportamiento propiciaron su venta al Milán, donde jugó con regularidad y a buen nivel, pero cuando llegó la oferta del Sevilla no se lo pensó. Solo llegar, unas declaraciones alabando al club y su afición, le hicieron ganar el cariño de la hinchada. Su buen juego le ha convertido en el jefe de la zaga sevillista y su implicación es indudable.

La dirección técnica ha estado siempre acertada a la hora de fichar ex-valencianistas. La confianza y el apoyo, extrañados en Valencia, les han permitido responder acorde a sus cualidades.