De entre los rivales que había en el bombo de semifinales, a priori el más débil podría parecer el Shakhtar Donetsk ucraniano. Liverpool, un histórico a nivel europeo y Villarreal, un viejo conocido de la Liga BBVA eran los otros rivales que estaban presentes en el sorteo del pasado 15 de abril.

Subcampeón de Liga

El conjunto ucraniano aún tendría serias aspiraciones en la liga de su país de no ser por el abandono del Metalurg. El campeonato doméstico en Ucrania se conforma por 14 equipos entre los que se encuentra el Shakhtar. El rival de los andaluces ocupa actualmente la segunda posición con 57 puntos y estaba al acecho de otro histórico ucraniano como el Dinamo de Kiev que suma 64 puntos hasta que se produjo el abandono de colista de la Liga. Su segunda posición no peligra ya que el tercer clasificado, otro viejo conocido sevillista como el Dnipro, está a 11 puntos del rival de este jueves.

El Shakhtar empató este fin de semana a uno ante el FC Chernomorets Odessa y se alejó dos puntos del Dinamo. Aún restan tres partidos para la conclusión de la temporada aunque las posibilidades para ganar el título son nulas. El Dinamo ya se ha proclamado campeón.  Si consiguiera meterse en la final de Basilea y por consiguiente ganarla, la campaña sería redonda para el conjunto de Lucescu. El Sevilla intentará que se quede apeado en semifinales.

La 'época Lucescu'

En el Shakhtar no se podría entender el éxito de los últimos años sin mencionar un nombre propio, Mircea Lucescu. El técnico rumano llegó a las filas ucranianas en 2004 procedente del Besiktas turco y bajo su dirección han llegado los años más exitosos del Shakhtar. Un total de 15 títulos entre los que se encuentran seis ligas ucranianas, cuatro supercopas y la Copa de la UEFA del año 2009 en la que ganó en la final al Werder Bremen alemán.

Los ucranianos no son nuevos en esto de ganar títulos, en su país son unos auténticos expertos y a nivel europeo también han saboreado las mieles del éxito. Lucescu quiere volver a alzarse con un título europeo y no lo tendrá fácil ante el cuatro veces campeón de la UEFA Europa League (antigua Copa de la UEFA). El duelo que se vivirá en los banquillos también será destacable ya que Emery es un experto en lo que a títulos se refiere. 180 minutos como mínimo y 210 y una tanda de penaltis como máximo. La final espera.