Cuando directores deportivos, entrenadores y preparadores físicos se ponen manos a la obra en la dura tarea de planificar la temporada, se tienen en cuenta varios factores: partidos, momentos claves de la temporada, objetivos en cada competición, compromisos internacionales y posibles lesiones. Nadie en el Sevilla se podría imaginar en verano que las lesiones serían un factor tan importante en esta campaña en la que los resultados deportivos están siendo notables a excepción de la Liga.

Graves problemas atrás

Las lesiones empezaron a llegar en el Sevilla demasiado pronto. La línea defensiva sufrió numerosas bajas en los primeros meses de campeonato. El guardameta Beto estuvo algo más de dos meses de baja por una lesión de ligamentos. Finalmente terminó recuperándose pero vio como su papel protagonista pasó a ser un papel secundario e incluso terciario teniendo en cuenta que actualmente es el tercer portero de la plantilla.

Pareja fue el primero en abrir el reguero de lesiones en el conjunto andaluz. Más de un año ha pasado desde que el argentino se lesionara (23 de abril de 2015) de los ligamentos de su rodilla derecha y a día de hoy aún no hay una fecha definitiva para su vuelta. Se habló de siete meses pero los plazos claramente se han alargado. Su compañero en el centro de la defensa, el luso Carriço cayó lesionado en la segunda jornada de la Liga BBVA ante el Atlético de Madrid el 30 de agosto y tras un duro proceso de recuperación ha conseguido volver a ser el de antes, ganándose la titularidad.

Un remiendo que también se rompió

Ante las numerosas bajas que estaba sufriendo el Sevilla en defensa, la dirección deportiva se puso manos a la obra para incorporar a un futbolista que supliera a los lesionados. El elegido fue Andreolli, italiano de 29 años que llegó cedido del Inter de Milán se lesionó de gravedad del tendón de Aquiles ante la Real Sociedad el 21 de noviembre y dijo adiós a la temporada. Los problemas se multiplicaban para los de Nervión.

El penúltimo

Parecía que el Sevilla iba superando ese bache de lesiones al final de temporada, cuando más falta hace que exista una estabilidad en la plantilla. Pero el pasado martes saltaba la noticia de una intervención de urgencia de José Antonio Reyes. El utrerano era operado de apendicitis y se perdía por tanto la ida de las semifinales de la Europa League. A pesar de la gravedad de la intervención, no se descarta que el futbolista pueda jugar algún partido de los que quedan de aquí a final de temporada.

Lesión tras lesión el Sevilla ha ido superando baches que han provocado que Unai Emery haya tenido que jugar cerca de 60 partidos que pueden ser 63 si llega a la final de la Europa League con apenas 15-16 jugadores de garantías, porque a las bajas se han añadido el bajo rendimiento ofrecido por alguno de los fichajes que llegaron el pasado verano.