De cara al compromiso más importante del cierre de la temporada, Unai Emery decidió salir con su mejor once luego de haber colocado a un equipo mixto en el Derbi ante el Betis por Liga BBVA. Los once elegidos por el entrenador del Sevilla FC fueron: David Soria; Escudero, Carrico, Rami, Mariano; Steven N'Zonzi, Grzegorz Krychowiak; Yevhen Konoplyanka, Ever Banega, Vitolo; Kevin Gameiro. El clásico 4-2-3-1 con casi todos sus intérpretes habituales, salvo las ausencias de Michael Krohn-Dehli - en beneficio de la mayor velocidad en el uno contra uno que podía proveer Konoplyanka en su regreso a Ucrania- y de Kolo, aún lesionado y sin fecha próxima de recuperación. 

Como ha sucedido en los encuentros ante el Real Sporting de Gijón y el Real Betis por el torneo local, el Sevilla inició el partido presionando muy alto y con mucha dinámica en el mediocampo. Un gran pase de Gameiro y un recorte y remate posterior de Vitolo dentro del área bastaron para poner el 1-0 con solo 5' en el reloj.

Ante un Shakhtar que se limitó a esperar cerca de su arco, el dominio del equipo español se hizo demasiado cómodo en el primer tramo del encuentro. Con las subidas de Escudero y Mariano, reforzó por completo los flancos, pues Konoplyanka y Vitolo oficiaron no solo de interiores sino también de volantes externos bien cerca de Gameiro.

La defensa, dolor de cabeza crónico

A pesar del panorama alentador, los problemas de siempre no tardaron en surgir. Marlos y Taison comenzaron a encontrar muchos espacios entre los centrales y laterales, rompiendo líneas constantemente para acorralar a un Sevilla que dejó una impresión inversa a la que había mostrado tan solo minutos atrás.

La esquizofrenia del cuadro andaluz se confirmó cuando a los 24', Marlos convirtió con mucha clase tras quedar solo ante David Soria para dejar el resultado 1-1. El barajar y comenzar de nuevo no le sirvió demasiado a los pupilos de Unai Emery, ya que otra trepada de Marlos por la banda, ahora al minuto 34', finalizó con un remate a quemarropa de Stepanenko para poner el 2-1 en el marcador. 

La primera mitad finalizó con el cuadro visitante demasiado retrasado, esperando la oportunidad para contragolpear y sin capacidad para recuperar el balón y ponerlo en juego delante de la línea de volantes. 

Ni Ever Banega ni Yevhen Konoplyanka lograron entrar en contacto con el esférico por mucho tiempo y siempre estuvieron muy bien bloqueados, por lo que todo intento ofensivo durante el primer tiempo por parte de los andaluces se limitó a las conexiones entre Vitolo y Gameiro, que una de las pocas veces que pudieron encontrarse cerca del arco lograron generar el único gol de su equipo.

Un segundo tiempo a la altura

Con los laterales desplegados por completo en ataque y el aporte de un encendido Michael Krohn-Dehli (reemplazante de Konoplyanka al minuto 54), Unai Emery vio como su equipo nuevamente marcaba el ritmo del encuentro en los primeros minutos del complemento. 

Pero poco a poco, la posesión del Sevilla terminó siendo más horizontal que otra cosa, luchando los de Emery por ganar algo de profundidad en tres cuartos de campo. El progresivo ascenso del equipo local - de la mano de unos Marlos y Taison aún indescifrables para la línea de fondo sevillista- se vio detenido por la grave lesión en la rodilla de Krohn-Dehli, que los sacó de inmediato del campo de juego, ingresando Coke en su lugar sin mediar más tiempo.

Para fortuna de los rojiblancos, en una jugada aislada sobre el cierre - luego de que el colegiado anulase con mucha polémica un gol en apariencia lícito a Gameiro por un fuera de juego-, Vitolo logró escaparse del argentino Ferreyra en una trepada de cara al arco y este tuvo que derribarlo dentro del área para evitar lo que hubiese sido el empate. 

El penalti estuvo muy bien sancionado por el árbitro y Gameiro se encargó de marcar el segundo del Sevilla para que el resultado quedase 2-2 con poco más de diez minutos por delante. Más allá de los intentos de los de Emery por quebrar la resistencia local, el partido finalizó con un empate que dejó mucho más conformes a los españoles debido a los dos goles convertidos en condición de visitante.

Incómodo como pocas veces

A pesar de haberse reencontrado con el buen juego durante varios tramos del partido, lo cierto es que el Sevilla pasó demasiados minutos encerrado dentro de su área. El cuadro de Mircea Lucescu logró incomodarlo como pocos en la segunda competencia europea, logrando revertir una desventaja tempranera con mucha jerarquía y facilidad y llegando con serias oportunidades de ganar la llave de semifinales.

La igualdad sin dudas que le conviene más al Sevilla, pues los ya mencionados dos goles fuera de casa le permitirían pasar de ronda con un 0-0, 1-1 y hasta un 2-2 en el duelo revancha a jugarse en el Ramón Sánchez-Pizjuán dentro de una semana. Con la velocidad y la habilidad de Marlos y Taison, logró ponerlo muy incómodo en una competencia que domina sin grandes dificultades hace más de dos temporadas.

El tricampeonato europeo es sin lugar a dudas una posibilidad muy grande, mucho más después de este resultado que termina siendo favorable a pesar del complejo trámite. Pero como lo había advertido Unai Emery en la previa, el Shakhtar Donetsk es un muy buen equipo y ha dejado en claro que dará pelea hasta el final para vengarse de lo acaecido hace nueve años. La serie continúa abierta y los vicios del Sevilla - sobre todo los defensivos- no parecen estar cerca de ser erradicados, por lo que el trabajo a realizar no será liviano.

Con la mira en la revancha, ahora el Sevilla tendrá que enfrentar al RCD Espanyol por Liga BBVA con el objetivo de volver a acercarse a las posiciones de Europa League en tres jornadas finales que serán vibrantes.