El técnico vasco, llamado ya por muchos sevillistas como “Unai finales”, ha demostrado que hay cosas que hace muy bien, como levantar en mayo algún metal con el Sevilla, lo cual ha convertido ya en una de las típicas fiestas sevillanas de la primavera. Otra de las cosas que hace muy bien es enfrentarse a ciertos equipos como al eterno rival, al cual ha ganado en ocho ocasiones, ha empatado en tres y ha perdido en otras tres. Desde que es técnico sevillista ha perdido solo uno, en el único derbi que podía perder ya que fue en la Europa League y no solo acabó eliminando al equipo heliopolitano, sino que llegó a la final y levantó la copa.
Otro de sus rivales favoritos es el Espanyol, al cual ha ganado nada menos que 13 veces. Seis seguidas en Liga desde que es entrenador del Sevilla, dos con el Almería en el año que ascendió al equipo (2007/08) y las otras siete con el Valencia. Parece sin duda el mejor rival para que el técnico vasco consiga su ansiada victoria lejos del fortín que ha creado este año en Nervión.
Emery sabe que este partido es importante. El metódico entrenador tiene que saber encajar y engranar bien las piezas de las que dispone para disputar este partido teniendo presente que está a menos de una semana de la vuelta de otras semifinales de Uefa Europa League, la tercera en tres años y que no puede pasar de rosca a jugadores como Vitolo, Rami o Gameiro, pero tampoco puede llegar a Barcelona y tirar el partido, ya que tiene que asegurarse la sexta plaza en la competición casera, para jugar seguro el año que viene en Europa. En este partido podrá volver a demostrar de los recursos que dispone, aunque haya sido su peor año fuera de casa como entrenador.