Nada más y nada menos que dos títulos continentales, a la espera de jugar por tercer año seguido, la vuelta de una semifinal de la Europa League, a tan solo dos victorias de hacer lo que no ha conseguido nadie, ser por tercera vez consecutiva campeón de la Uefa, a la espera de una final de Copa del Rey ante el Barcelona y tras dos finales de Supercopa de Europa que no pudo conquistar, Unai Emery se posiciona como el mejor entrenador que puede tener ahora mismo el equipo hispalense, un entrenador que parece hecho a la imagen y semejanza del Sevilla.
No acabó el partido de la mejor forma posible tras la derrota del Sevilla en Cornellá, que además fue la tercera derrota de Emery ante el Espanyol en nada que 17 encuentros ligueros contra los periquitos, pero pensando ya en el próximo partido el jueves día cinco de mayo, Emery tiene las estadísticas a su favor, además del apoyo de toda la afición sevillista que está desenado verlo otra vez levantar su copa favorita, la Europa League.
Son 104 victorias las que ha conseguido el técnico vasco, 43 empates y con la de ayer, 53 derrotas, siendo esta campaña la que más ha inflado este último dato tras su pésimo paso por los distintos estadios de la geografía española. Pero aun teniendo ese lastre esta temporada ha vuelto a llevar a lo más alto a su equipo. A esto hay que añadirle que solo tiene un delantero en condiciones para jugar, que algunos futbolistas de los que se esperaba mucho como Kakuta o Immobile se han quitado de en medio yéndose del club en el mercado invernal y que las lesiones le han mermado en puestos claves durante toda la temporada. Pero, en el tramo final del ciclo futbolístico, solo Krohn Delhi es baja dentro de los habituales, una baja importante pero no demencial. A tan solo un partido y medio mes de lo que puede ser una gesta histórica que iguale e incluso supere la del Sevilla del 2007 con Juan de Ramos, Emery está a las puertas de poder ser el mejor entrenador de la historia del club hispalense por estadísticas, así como también lo sería de la segunda máxima competición continental si logra alzarse con su tercera Europa League, en tan solo tres temporadas.
Lo que más mérito le da a este entrenador es que cada mercado veraniego le desmantelan el quipo por completo llevándose a sus mejores jugadores y en lugar de derrumbarse o tener que esperar una temporada a sentarse y conseguir algo a la siguiente, hace un grupo fuerte desde el principio que a mediados de mayo siempre acaba luchando por algún metal que levantar y poder entregarles a sus aficionados.