El Sevilla empezaba una nueva temporada con la ilusión de defender el título que tanto ama, la UEFA Europa League, ya que el año anterior había conseguido volver a conquistarla en Turín venciendo a un grande portugués, el Benfica. El Sevilla vivía la ilusión de repetir gesta, pero era consciente de que había perdido a su mejor hombre y a su capitán, el croata Iván Rakitic, además de jugadores como Alberto Moreno y un gran Fazio, entre otros. El conjunto de Emery comenzaba la temporada como un rayo, en Liga lo ganaba todo, incluso colocándose en el primer puesto de la tabla y en la competición europea, la UEFA seguía su camino hacia las eliminatorias. El Sevilla para seguir su proyecto ambicioso haría llegar a hombres como Ever Banega, Denis Suarez, Iago Aspas, o el propio Krychowiak. Y, de nuevo, tras mostrar la casta y el coraje, que atesora este bendito club de Nervión, alcanzaría la final de Varsovia.

Fase de grupos

El Sevilla sería el principal favorito del grupo G donde compartía liguilla con Feyenoord, Standard de Lieja y Rijeka. Esta ronda de la competición seguía el particular formato de enfrentarse todos contra todos. El Sevilla comenzó la liguilla venciendo al equipo holandés por 2-0 en el Ramón Sánchez Pizjuán, es decir, todo un comienzo alentador para el sevillismo. El Sevilla veía como sus rivales eran mucho más frágiles que él y se dedicaba a la Liga, aún así, el equipo seguía ganando los encuentros de la liguilla europea. Al final de dicha ronda se complicó clasificándose como segundo de grupo tras un buen Feyenoord.

Reyes se marcha de dos jugadores del Rijeka. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga- VAVEL (www.vavel.com)
Reyes se marcha de dos jugadores del Rijeka. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga- VAVEL (www.vavel.com)

El asalto al Borussia Park

El primer escollo en las fases del K.O. fue todo potente club que estaba arrollando en la Bundesliga. El conjunto hispalense se topaba con un gran Borussia de Mönchengladbach donde tuvo que sudar la camiseta para pasar de eliminatoria. El Sevilla solventó la eliminatoria con un acierto total, el conjunto de Emery realizó dos grandes actuaciones. Haciendo gala de una solidez defensiva que, con el paso de las jornadas, fue consolidando y del acierto de cara a portería en los momentos claves, el Sevilla avanzó a octavos al vencer en los dos partidos al equipo que entrenaba Favre.

El actual campeón de la UEFA derrumbó un muro que aparecía en el camino hacia la defensa del título, hacia la final de Polonia. El partido de vuelta fue de una gran dificultad pero la fuerte afición del equipo teutón se rendía a los pies de la potencia y el contragolpe que elaboraba la nave sevillista dirigida por el mismísimo Éver Banega y comandada por el gran Vicente Iborra, el cual volvía a acaparar galones y se colocaba el brazalete de capitán, que en Nervión, significa ser el líder del equipo y sin ninguna duda logró serlo. En el fútbol no solo es jugar a la pelota, también hay que saber sufrir y en Alemania, el campeón sufrió y supo atizar hasta cazar a su presa.

Una vez más el Sevilla Fútbol Club continuaba en Europa, en la competición que manda. Algunos medios de comunicación hispalenses proclamaban el miedo ante el conjunto de Favre, pero, ¿Qué miedo?, el miedo se mascaba en el Borussia Park, iba el campeón, el dueño de la copa y la grandeza dictó justicia, el Sevilla Fútbol Club remataba la maravillosa eliminatoria que comenzó en el Ramón Sánchez Pizjuán.

El Sevilla completaba una gran eliminatoria donde además de Banega e Iborra destacó un gran Vitolo. El Sevilla seguía caminando por el sendero hacia Varsovia. El campeón seguía su camino.

Los jugadores sevillistas celebran el 1-0 ante el Borussia. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)
Los jugadores sevillistas celebran el 1-0 ante el Borussia. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)

El Villarreal de Marcelino no pudo con el campeón.

El Villarreal aparecía en el camino del Sevilla hacia la defensa del título, hacia el cielo de la ciudad de Varsovia. El equipo de Emery solventó la eliminatoria con relativa solvencia. El equipo de Marcelino, de nuevo, se veía incapaz e impotente de vencer al conjunto de Nervión. Nada más empezar el partido de ida en el Madrigal, Vitolo abría el marcador poniendo el 0-1 en el marcador y medio pie en los cuartos de la competición europea. El Villarreal se intentó reponer tras un gran palo en los primeros minutos pero el Sevilla atizó de nuevo. El equipo de Emery fue una apisonadora y acabó el encuentro ganando por 1-3 y casi sentenciando la eliminatoria que le daría paso a los cuartos de final de la UEFA Europa League. En el partido de vuelta el Villarreal poco pudo hacer, de nuevo, incapaz de hacerle daño al campeón. El poder del campeón. Sevilla era una ilusión eterna, un sueño de una vida… La ciudad contaba con una máquina de ganar, con un auténtico monstruo que solo miraba un objetivo, Polonia.

Krychowiak remata un balón. | Imagen: María José Segovia - VAVEL (www.vavel.com)
Krychowiak remata un balón. | Imagen: María José Segovia - VAVEL (www.vavel.com)

El Zenit se vuelve a cruzar en el camino

Después de enfrentarse en la fase de grupos de la UEFA 2004-2005 y en la de 2005-2006, de nuevo, en el camino hacia Varsovia el conjunto ruso volvía a interponerse en el objetivo sevillista. Sin lugar a dudas, una de las eliminatorias más complicadas y complejas que tuvo que solventar el conjunto que presidía el propio José Castro.

Los rusos no estaban dispuestos a ponérselo fácil al equipo de Nervión. En la ida, en el propio feudo de Nervión, el equipo sevillista se encontró con un rocoso equipo ruso, aún así, el equipo de Emery venció por 2-1 con un gran gol de Denis Suárez que valía su peso en oro. Emery leyó a la perfección el encuentro y vió como el joven Denis era el hombre que necesitaba el partido y, así fue, el Sevilla, con la entrada de Denis Suárez al campo desestructuró a todo el rocoso Zenit.

El partido de vuelta en territorio ruso fue de lo más complicado que el Sevilla tuvo que superar en el camino hacia Varsovia. El Zenit puso al Sevilla contra las cuerdas, además el Sevilla vivió la lesión del líder de su defensa, del comandante Nico. Pareja cayó lesionado de gravedad en el partido. La eliminatoria se puso cuesta arriba para el equipo de Emery, pero, apareció el suplente de oro, el hombre gol, el actual líder del Sevilla, el mejor delantero suplente, el de los mejores números, sí, apareció Kevin Gameiro. El francés lanzó un derechazo que puso el 2-2 y dio el pase al equipo de Emery a unas nuevas semifinales.

El Sevilla ya estaba cerca de Varsovia. El campeón luchaba con sangre, sudor y lágrimas por defender el título. Estaba muy cerca, solo quedaba superar las semifinales.

Denis Suárez se intenta marchar de varios jugadores del Zenit. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)
Denis Suárez se intenta marchar de varios jugadores del Zenit. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)

La locomotora Aleix.

El Sevilla afrontaba su cuarta semifinal europea con la ilusión de estar en Polonia. La temporada sería recordada para siempre, pero quedaba rubricarla con un título. El Sevilla lo estaba bordando en la competición doméstica y ya, solo quedaba, la defensa del título. La eliminatoria a priori no iba a ser sencilla, tenía que vencer a un gran equipo de la Calcio, como era, la Fiorentina.

El partido de ida, tenía como escenario el Ramón Sánchez Pizjuán, y, Emery decidió dar una clase de maestría y sabiduría del fútbol. Colocó a Aleix Vidal en el lateral derecho y se marcó una de las mejores actuaciones que pude hacer un lateral. Defendió y atacó y enchufó dos para dejar la eliminatoria casi sentenciada y ya el Sevilla rozaba con las yemas de los dedos la famosa ciudad de Varsovia. El Sevilla acabó venciendo por 3-0 al equipo italiano. El conjunto de Emery no quería jugar la vuelta, el campeón quería tirar directo para Polonia. Mientras tanto, la Fiorentina veía que el campeón se le escapaba.

La vuelta, en el famoso Artemio Franchi, en Florencia. El estadio italiano, de nuevo, vivió una gran actuación del Sevilla. El equipo de la Calcio vio como sus opciones quedaban esfumadas tras ver un arrollador Sevilla. El conjunto de Emery venció y la eliminatoria quedaba cerrada con un 5-0 en el global.

El once sevillista antes de comenzar el encuentro ante la Fiorentina. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)
El once sevillista antes de comenzar el encuentro ante la Fiorentina. | Imagen: Juan Ignacio Lechuga - VAVEL (www.vavel.com)

La historia ya esperaba de nuevo al Sevilla. Varsovia esperaba al Campeón, quien, tendría que luchar y defender lo que más quería contra un Dnipro ucraniano liderado por el actual sevillista Eyven Konoplyanka.

Varsovia estaba lista y el Campeón ya estaba allí. El poder, el sueño de una vida y el sendero hacia el cielo de Varsovia ya estába terminando. Que nadie tuviera miedo, que nadie robara la ilusión, el campeón había llegado a su cita con la defensa del título. Y, solo, con un objetivo, el de tocar el cielo de Varsovia.

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