La derrota ante el Fútbol Club Barcelona en la ida de la Supercopa de España volvió a dejar sumido en un mar de dudas al aficionado sevillista, que pudo ver cómo su equipo se pierde en las buenas intenciones. El Sevilla plantó cara al Barcelona en la primera parte, pero fue incapaz de poner en apuros a Claudio Bravo. Excepto la primera media hora de juego, el resto fue un desierto de pases improductivos, posesión inútil y presión desordenada. El dominio del balón, que no del partido, de poco sirvió para que los de Jorge Sampaoli consiguiesen inquietar al cuadro culé, que esperaba su momento a base de lanzar contras envenenadas. En la segunda parte, los locales acusaron el cansancio del choque de Noruega ante el Real Madrid en la Supercopa de Europa y el Barcelona aprovechó para volcar el juego sobre el área sevillista. Luis Suárez y Munir anotaron los goles de la victoria azulgrana, que pudo ser mayor de no mediar la gran actuación del meta Sergio Rico.

El sistema Sampaoli, a debate

Como ya ocurriera ante el Real Madrid, el Sevilla volvió a evidenciar falta de contundencia y determinación en las dos áreas. A la portería rival llegó poco y solo fue capaz de tirar a puerta una vez en la segunda parte, mientras que en su propio área volvió a mostrar carencias a la hora de resolver las situaciones comprometidas. Solo Rico y Mercado pudieron minimizar la superioridad culé. Sin embargo, ésto no es nada nuevo. El pasado martes en Trondheim Sergio Ramos remató a bocajarro en el descuento el gol del empate en un partido en el que los sevillistas ya festejaban el triunfo y Vietto fue un espectro que deambuló por el campo con más pena que gloria. Parece lejano aquel Sevilla ganador de Unai Emery que con una sola ocasión ganaba el partido.

Luciano Vietto, el 'nueve' de Sampaoli

Decía Jorge Sampaoli en la previa del choque frente a los azulgranas que no era cuestión de atrevimiento, “sino de salir del sometimiento”. Sin embargo, la sensación que dio en el campo su equipo fue de estar muy sometido a una idea de juego que no deja ver más allá. El fútbol son goles y los goles son de los delanteros. ¿Esto siempre es así? No tiene por qué, pero sí la mayoría de las veces. No obstante, en los dos encuentros que se han disputado hasta el momento, la figura del delantero - en este caso Vietto, que es el que más minutos acumula - ha sido testimonial. La posesión siempre se ha perdido al borde del área y en ocasiones, apenas llegaba a ésta. Mucho tendrán que cambiar las cosas para que el Sevilla no solo dependa de la segunda línea para ganar los partidos.

La hora de la verdad, ante el Espanyol

Sin embargo no todo es negro en Nervión. Un verano más, el conjunto hispalense está obligado a reinventarse. Las numerosas e importantes bajas así como el cambio en el banquillo son motivos suficientes como para no impacientarse con un equipo todavía por hacer. Sin ir más lejos, ante el Barcelona se pudieron ver hasta ocho caras nuevas. Mercado, Kranevitter, Franco Vázquez, Kiyotake, Vietto, Sarabia, Ben Yedder y Ganso disputaron sus primeros minutos en el Sánchez Pizjuán. De igual modo, poner en práctica las nuevas ideas y asociar a los nuevos jugadores ante Real Madrid y Barcelona es complicado, por lo que la hinchada sevillista debe ser prudente y esperar al comienzo de la Liga Santander.

Las actuaciones de Franco Vázquez, Kiyotake o Mercado y la entrada de Ganso o Ben Yedder invitan a pensar que se trata de buenos refuerzos y darán muchas alegrías a la parroquia rojiblanca. La hazaña en el Nou Camp es difícil, pero el Sevilla lo intentará. Sin embargo, donde de verdad habrá que evaluar el sistema de Sampaoli será en Liga. El sábado ante el RCD Espanyol se abre el telón. Todos los ojos estarán puestos en el técnico argentino.