Este año, en el Sánchez Pizjuán el espectáculo está garantizado. Solo ha pasado un fin de semana de futbol en Nervión, tiempo suficiente para que nadie dude de que el disfrute futbolístico en la capital andaluza está más que garantizado. Apenas un día después de la "locura" protagonizada por Sevilla y Espanyol, una batalla de diez goles que cayó del lado local, el primer filial sevillista y el Girona FC dieron continuidad al espectáculo en todo un día de celebración para el sevillismo, que podía volver a disfrutar de sus jóvenes talentos en la división de plata del futbol español. El final no fue el esperado, sobre todo después de cómo se puso el partido para los franjirrojos. Tres goles de ventaja parecían suficientes a falta de media hora, pero ante todo un candidato al ascenso como es el Girona, cualquier precaución se antoja insuficiente. Buena imagen del Sevilla Atlético ante uno de los "gallitos" de la Liga 1|2|3, pero el reparto de puntos va a ser la cruel realidad a la que deben enfrentarse los chicos de Diego Martínez, que vieron como se les iba la victoria en el último suspiro. Lamentos aparte, gran demostración de coraje de un Girona que nunca dio el partido por perdido.

Mucho futbol y ocasiones para ambos

Primeras ocasiones muy claras para el equipo local

Comenzaba el encuentro con dos equipos igualmente muy atrevidos y que querían hacerse con el control del partido, buscando la penetración y la velocidad por bandas. Tanta intensidad había dentro del rectángulo como fuera en los banquillos, con un Diego Martínez y un Pablo Machín muy encima de sus pupilos en todo momento. Espoleados especialmente los locales, que querían aprovechar el escenario que se les presentaba (nada menos que debutar en Segunda y en el Sánchez Pizjuán), y que saben que esta temporada será para ellos un escaparate de cara al futuro. En frente, un Girona que no piensa en otra cosa que en ascender, ya que otro final distinto será una absoluta decepción, y todo pasa por meterse en la pelea desde el principio.

Las ocasiones llegaban en ambas porterías, aunque era el Sevilla Atlético el que daba mayor sensación de peligro. De hecho, el filial comenzó golpeando ya en la primera ocasión, en una falta lejana pero perfectamente ejecutada por Curro que obliga a Bounou a volar a su escuadra izquierda. El marroquí dejaba el balón muerto en el área y Carlos Fernández empujaba el balón a la red, pero el juez de linea levantaba la bandera por fuera de juego del ariete sevillista. Las repeticiones dejan bastante dudas al respecto.

Respondía el Girona con un disparo de Granell desde el pico del área que se marchaba a la izquierda de Soriano, lamiendo el palo. Y se repetía el proceso: primero asustaba el conjunto franjirrojo, de nuevo a balón parado, con un centro de Ivi que remata Borja Lasso con un testarazo que se marcha a centímetros del larguero, mientras para los albirrojos Cristian Herrera casi logra un mano a mano pero Schetino le roba la cartera en el último momento. También perdonaba Carlos Fernández, que optó por pasar a un compañero cuando sin duda la mejor opción era resolver él mismo, ya que el pase lo cortó la zaga gerundense.

En el segundo parcial del primer acto, mismo panorama pero con un pequeño cambio: ahora eran los visitantes los que tenían las ocasiones más claras. Cuando el luminoso reflejaba el 24 de partido llegaron los mejores cinco minutos del Girona hasta el momento. Soriano evitaba por dos veces el gol de los de Machín enmendando un mal pase atrás de su compañero Schetino, primero saliendo al cruce del delantero rival y luego salvando el remate de Sandaza cuando ya se cantaba el gol. Quiso asegurar el atacante toledano con un disparo bien colocado pero con poca fuerza y Soriano tuvo tiempo para meter la manopla y despejar a corner. Pero había más. Aday probaba hasta en dos ocasiones con sendos disparos desde la distancia que se marchaban altos, y en el saque de esquina posterior al segundo de ellos, Carlos Fernández tenía que salvar el primero del Girona bajo la misma línea, de nuevo a un remate de Sandaza.

El partido no era apto para cardíacos. Ivi buscaba el gol con un disparo cruzado, pero no tuvo el acierto de otras ocasiones. En el otro área, Sandaza hacía de las suyas, dejando sentado a Álex Muñoz en el lateral del área y sirviendo en bandeja el tanto a Portu, pero Schetino se entrometió despejando a corner, salvando un gol que parecía claro. Desde luego, si diez tantos hubo la noche anterior, otros tantos podrían haber caído este domingo si franjirrojos y albirrojos hubiesen tenido la puntería de los de Sampaoli y Quique Sánchez Flores.

Llegábamos al minuto 40, moría el partido pero no la ilusión sevillista. Borja Lasso iba a demostrar su calidad tirando un túnel en la frontal del área y sacándose un chut con el exterior de su bota derecha que metía el miedo en el cuerpo a los de Pablo Machín. Era el preludio de la primera diana de la noche para los de Diego Martínez, que apuraron hasta el último segundo. Curro, con una calidad asombrosa en su pierna zurda, enviaba desde la esquina un caramelo al segundo palo y ahí llegaba el "capi" Cotán para rematar al fondo de la portería. Aún no sabemos si empujó el cuero con la cabeza o con el brazo, en cualquier caso el gol lo metió con el alma.

El Sevilla Atlético sale a por todas en la reanudación

Si se cerraba el primer período con gol sevillista, la segunda parte no iba a abrirse de distinto modo. Borja Lasso cogía el balón en la frontal y sacaba un latigazo que dejaba helado a Bounou. Segundo de los andaluces y delirio en las gradas. Y poco faltó para que el propio mediapunta hiciera el tercero tras otra jugada colectiva sensacional: centro de Matos, Curro recoge y asiste atrás a Borja Lasso que la estrella en el lateral izquierdo de la portería defendida por Bounou.

Inicio pletórico del segundo acto, con un Sevilla Atlético que se gustaba y llegó a "bailar" al Girona

Asistíamos a los mejores momentos del filial, que se crecía por momentos y que iba a transladar esa confianza al marcador. Ivi se inventaba una jugada de la nada y asistía a Carlos Fernández, que esta vez no perdonaba y definía ante el portero rival como mejor sabe hacerlo. Todo parecía haber terminado, pero esto es la Segunda División y aquí nunca se da un punto por perdido. Primera lección que debe haber aprendido el filial hispalense para sus próximos compromisos. La inexperiencia le costó cara a un joven equipo que va sobrado de calidad pero que aún debe madurar mucho si quiere sobrevivir en el "campo de batalla" que es esta Liga 1|2|3.

En efecto, el inicio de la pesadilla nervionense comenzaría a veinte minutos del final. Longo recogía un balón largo, ganándole la posición a Álex Muñoz y batía a Soriano haciendo el primero de los suyos. Gol que maquillaba el resultado, pero el Girona quería más y siguió apretando, aunque durante muchos minutos los chicos de Diego Martínez controlaron a la perfección la situación. A pesar de ir ganando, la presión tras pérdida no cesaba en todo el campo y el conjunto catalán debía sudar para mantener la posesión ante un Sevilla Atlético que tampoco renunciaba al ataque, aunque con menor ritmo y queriendo dormir un poco el encuentro. 

No obstante, las piernas empezaban a pesar en el equipo franjirrojo, y hasta los recién ingresados al césped parecían fatigados. Era el momento perfecto para la épica visitante, que tuvo nombre y apaellidos. Rubén Alcaraz le sacaba brillo a su pierna derecha con un lanzamiento magistral desde fuera del área, ajustado al palo izquierdo de Soriano, que ve como le bota el cuero delante y no puede hacer nada por evitar el gol. 

Se redimía el guardameta del Sevilla Atlético sacando una mano salvadora a Longo en el 93 de partido. Ramalho enviaba un esférico teledirigido al delantero italiano, que se topó con un Juan Soriano que quiso erigirse en héroe. Pero los dos puntos ya habían empezado a volar de la capital andaluza cuando en el saque de esquina inmediatamente posterior, Longo peina el balón y Alcaraz nuevamente se saca un remate cruzado que entra ante la atónita mirada de todos los presentes.

Se quedaba gélido el coliseo sevillista mientras que el conjunto visitante tenía motivos para celebrar. Un punto de oro logrado ante unos chicos de "oro", que dejaron una inmejorable imagen ante los 4057 espectadores presentes, y que sin duda, para bien o para mal, nunca olvidarán el día en que debutaron en Segunda División.

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Sobre el autor
Jesús García Cepero
Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla