Tras el varapalo sufrido con la eliminación de la Liga de Campeones, el Villarreal tratará de reponerse este domingo del golpe sufrido en Mónaco y conseguir la primera victoria de la temporada en el choque que disputará en el Madrigal ante el Sevilla. Sin embargo, para el entrenador de los amarillos no será el rival más apetecible. Dos empates y cuatro derrotas es el pobre bagaje que arrastra el preparador valenciano en los enfrentamientos con el club de Nervión. Ni en su etapa en Elche ni en Getafe fue capaz Escribá de doblegar a un Sevilla, que en esta ocasión recibirá con las bajas de Soldado, Bakambu, Cheryshev y Jonathan Dos Santos por lo que la tarea volverá a ser harto complicada.

La primera en la frente

La maldición de Escribá con el Sevilla comenzó en la temporada 2013/2014, temporada de su debut en Primer División al frente de los banquillos del Elche. Sería en la última jornada de la primera vuelta cuando el Sevilla de Unai Emery visitó el Martínez Valero y a punto estuvo de venirse de vacío. Los ilicitanos dominaron todo el partido y consiguieron abrir la lata a falta de 10 minutos para la conclusión. Sin embargo, tan sólo cinco minutos después de que Herrera inaugurase el marcador, Carriço puso las tablas y conquistó un preciado botín para los hispalenses.

El final de la temporada para los sevillistas no pudo ser mejor. El conjunto rojiblanco conquistó la Europa League en Turín tras una gran tanda desde los once metros y supuso el tercer entorchado europeo. Tan solo unos días más tarde, se cerraba el curso futbolístico en el campeonato doméstico y Nervión fue una fiesta de celebración. El invitado de excepción, el Elche. Los de Fran Escribá, con la permanencia en el bolsillo, cayeron por tres tantos a uno ante un Sevilla que saboreaba las mieles del éxito continental.

Racha de derrotas

La siguiente campaña fue redonda para los nervionenses en cuanto a los enfrentamientos contra el Elche de Escribá se refiere. En la jornada 8, el Sevilla consiguió una cómoda victoria en el Martínez Valero gracias a los goles de Bacca y Gameiro. En la segunda vuelta, el choque en el Ramón Sánchez-Pizjuán fue un monólogo sevillista que se tradujo en una victoria por tres tantos a cero. De nuevo, el protagonismo de Bacca, con dos tantos, y Gameiro, con otro, fue vital.

Bacca en una acción del partido | JI Lechuga (Flickr Vavel)
Bacca en una acción del partido | JI Lechuga (Flickr Vavel)

El descenso administrativo del Elche supuso el cambio de aires del preparador valenciano hacia Getafe la pasada temporada. Allí volvió a correr la misma suerte cuando su equipo viajó a la capital de Andalucía. Un Sevilla que acababa de doblegar al Barça en Nervión recibía al conjunto azulón con la necesidad de despegar definitivamente en la tabla. El 5-0 final reflejó la superioridad sevillista en el césped y dejó de nuevo de vacío a Escribá.

Victoria moral en el Coliseum

El último choque Escribá-Sevilla se produjo en el Coliseum Alfonso Pérez y la horrible racha del Sevilla a domicilio que arrastró toda la temporada anterior tuvo un nuevo capítulo. El partido fue muy malo por parte de los sevillistas, pero la calidad de Banega apareció en los compases finales del encuentro para anotar un precioso tanto de libre directo. No sirvió para nada. Una jugada a balón parado mal defendida a falta de cinco minutos fue el preludio del empate.

Fue una victoria moral para Fran Escribá, que trataba a duras penas de salvar a un Getafe que ya tenía pie y medio en Segunda División. No obstante, el fútbol siempre te da una nueva oportunidad. El domingo, el valenciano tratará de conseguir sus primeros tres puntos con el Villarreal, su primera victoria ante el Sevilla y olvidar así la noche monegasca y la maldición sevillista.