Juan Carlos Ablanedo, mas conocido como Ablanedo II para diferenciarle de su hermano, el cual también era integrante de la plantilla del Sporting, fue portero del club asturiano durante diecisiete temporadas, todas ellas en primera salvo la última, en Segunda, donde solo disputó dos partidos. Está considerado como el mejor portero de la historia del club junto a su precursor y hermano de Quini, Jesús Castro. Llegó a formar parte de la selección española en dos mundiales, México 1986 e Italia 1990, aunque no llegó a disputar ningún minuto en ambas competiciones.

Un portero de la casa

A la edad de diez años ingresó en la Escuela de futbol de Mareo, donde fue formandose como guardameta, pasando por todos los equipos de las categorias inferiores del Sporting. A la edad de diecinueve años, en la tamporada 1982/83, llegó al primer equipo, pero solo llegó a disputar un encuentro, en el cual sustituyó al lesionado José Aurelio Rivero durante cincuenta minutos en un partido disputado en El Molinón frente al Espanyol.

Tampoco contó con muchos mas minutos la siguiente campaña. Jugó dos partidos completos, encajando tres goles. Fue en su tercera temporada con el primer equipo cuando se hizo con la titularidad en la portería. Novoa, entrenador por aquella época, contaba en la plantilla con Ablanedo II, Rivero, el cual venía siendo titular, y un ya veterano Jesús Castro que a sus treinta y tres años no llegó a jugar ni un solo minuto a consecuencia de sus castigadas rodillas.

No le fue nada mal a Ablanedo II, ya que encajó tan solo veintidos goles, un increible registro que le sirvió para proclamarse Zamora. Al año siguiente volvió a repetir trofeo, al encajar cinco goles más que el pasado año. Era la época dorada del equipo asturiano, en la que los Maceda, Joaquín, Mesa o Zurdi competían de tú a tú con los grandes del fútbol español. Además, sus grandes actuaciones sirvieron para que fuera el portero titular de la selección sub 21 ganadora del Campeonato de Europa del 86, donde Ablanedo II tuvo una actuación realmente meritoria en la tanda de penaltis de la final frente a Italia.

Lesiones y servicio militar

Desde luego que a pesar de que su carrera empezó de manera brillante, no todo fue un camino de rosas. En el año 1987 sufre una importante lesión en el tobillo, la cual hace que se pierda los primeros meses de competición. No acabaría ahí su mala suerte, ya que en la temporada siguiente, se iba a producir una de las lesiones más temibles para un futbolista, una rotura del menisco lateral externo y el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.

Cinco largos meses pasó recuperandose. Por si fuera poco, una vez sano, se vio en la obligación de cumplir con el servicio militar, obligatorio en aquella época. Volvió ya iniciada la temporada 1989/90, y eso no impidió que levantara su tercer premio a portero menos goleado. Parecia que el guardameta volvía a recuperar su mejor nivel, pero una nueva lesión en el ligamento, esta vez de su pierna izquierda, le iba a tener siete meses en el dique seco.

Al volver se encontró con que, su sustituto, Emilio Isierte, estaba jugando a un enorme nivel, por lo que no llegó a disputar ningún encuentro ese año. Recuperó la titularidad al año siguiente, pero otras dos lesiones, la primera en la mandíbula y la segunda en el hombro, hicieron que durante un tiempo alternara la portería con la grada.

Un final poco brillante

En la memoría de todo sportinguista estará la temporada 1997/98, en la que el club asturiano iba a sufrir un terrible descenso después de completar una temporada calamitosa. Este fue el año en el que Ablanedo II perdió la titularidad en un desesperado intento de Novoa por cambiar la mala inercia del equipo, ya que había recibido cuarenta y siete goles en tan solo veinte encuentros.

La temporada siguiente, ya en Segunda Divisón, el meta asturiano solo jugó en dos encuentros, ya que el titular era Juanjo, y más tarde, el joven Sergio Sánchez. Al término de la campaña 1998/1999, Ablanedo II ponía fin a su carrera, tras muchos años en el primer nivel y defendiendo siempre la camiseta del equipo de su corazón, el Real Sporting de Gijón.

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Sobre el autor
Jorge Tuñón
Filología en Oviedo, enamorado del Periodismo y el deporte. Secciones del Sporting de Gijón y del Real Madrid