Una afición difícilmente igualable, una temporada meritoria y un equipo de ensueño. Así es como el Betis logró, a falta de tres jornadas para el final de temporada, ser el primer conjunto de la Liga Adelante en ascender de forma directa a la categoría reina. Su última víctima fue el Alcorcón y el equipo de Mel no dudó. Había que regresar a Primera División por la puerta grande y vaya si lo hicieron.

El encuentro en el Benito Villamarín se saldó con un resultado contundente, 3-0. Un encuentro en el que el máximo goleador del equipo, Rubén Castro se salió y firmó dos de los goles y participó en el tercero de la mano de su mejor aliado, Jorge Molina. La fiesta de celebración a la altura de toda la temporada. 50.000 almas invadieron el estadio para arropar a los suyos en el regreso a Primera División.

Una temporada de ensueño

El Betis se presentaba ya a principio de temporada como uno de los principales rivales a batir. Las previsiones no eran erróneas y el equipo de Mel no tardó en alzarse como el mejor equipo de la categoría. El descenso tras tres años en la Liga BBVA hizo mella en los béticos que se plantearon como único y firme objetivo regresar al sitio donde les correspondía.

25 victorias, nueve empates y siete derrotas

Pasito a pasito, victoria a victoria, con un juego propio y con una afición empujando desde el minuto cero como el jugador número doce, el Betis encaminó una senda que finalizó hace ya dos jornadas con el ascenso directo a Primera. Un ascenso más que merecido, solo hay que ver los números que dejan esta temporada los verdiblancos.

25 victorias, nueve empates y siete derrotas. Ponferradina, Albacete, Leganés, Osasuna, Alavés y Tenerife han sido los únicos equipos capaces de frenar el potencial del Betis. El conjunto de Pepe Mel ha sido uno de los que menos tantos han encajado, pero, sin duda, en el ataque han brillado con luz propia llegando a ser el equipo más goleador de la Liga Adelante.

Ojo con… Rubén Castro, la estrella verdiblanca

El delantero por excelencia de esta temporada en Segunda División. El canario ha marcado la diferencia en cada encuentro. El hombre que salva partidos, el jugador de las individualidades. Si bien es cierto que este año su velocidad no ha sido su cualidad más destacada, sí que ha mejorado sus movimientos, las caídas a las bandas y sus desmarques.

El máximo goleador con 32 tantos

Las escapadas a la espalda del defensa se han vuelto en uno de sus recursos predilectos esta temporada que unido a su aceleración le han convertido en todo un portento goleador. Su disparo y su técnica no fallan cuando encara la portería rival. Rubén Castro ha brillado esta temporada como nunca. Sus cambios de ritmo, sus controles y sus regates le han ayudado para convertirse en el máximo goleador de su equipo y en pichichi de la Liga Adelante con 32 dianas.

Su instinto goleador es clave y en el Betis lo saben bien. El seis de diciembre de 2014, batió un récord importante y pasó a formar parte inamovible de la historia del club al convertirse en el máximo goleador bético con 95 tantos. Con 33 años, Rubén Castro se ha convertido en todo un referente verdiblanco.

Jorge Molina, el mejor aliado

El jugador alicantino ha sido el apoyo fundamental de Rubén Castro en el ataque. Tanto, que en la segunda vuelta se convirtió en el máximo goleador. Jorge Molina es el segundo de abordo y cumplió su misión con creces. Su altura y su corpulencia, así como su calidad técnica le permiten un gran acierto de cara a portería.

Un acierto que se ha traducido en 19 tantos esta temporada. Siendo un jugador habitual de la Liga Adelante, no ha explotado futbolísticamente hasta esta temporada con la confianza de Pepe Mel y con Rubén Castro como guía. El 19 verdiblanco no tardó en convertirse en uno de los pilares del conjunto bético.

De hecho, su presencia es fundamental para el estilo de juego de los de Pepe Mel. Juego directo, apoyo en defensa, pelea por cada balón… La pareja perfecta para Rubén Castro. Una dupla de ataque difícilmente parable. A este éxito, no hay que olvidar sumarle la presencia de Dani Ceballos. El centrocampista ha ido de menos a más desde su llegada al Real Betis allá por febrero de 2014 y se ha convertido en toda una revelación esta temporada.

Jugador clave para la construcción del juego. Un fiel apoyo para Castro y Molina. Esta temporada, el de Utrera deja cinco goles y un gran sabor de boca gracias a su trabajo en ataque y en defensa. Sus recuperaciones han salvado de más de un apuro a los béticos en las contras rivales.

Este domingo, el Benito Villamarín acogerá la última jornada liguera para el Sporting. Una jornada en la que el equipo rojiblanco se lo juega todo a una sola carta para luego esperar que la suerte y el Lugo hagan el resto. Con ellos, como es habitual, viajará la Mareona. La afición sportinguista se sentirá como en casa. Los béticos ya demostraron su cariño en Gijón en el partido de la primera vuelta y esperan que la fiesta en Sevilla sea igual o mejor que la vivida a orillas del Piles.