El Sporting comienza a cimentarse en la máxima categoría del futbol español gracias a una brillantez defensiva similar a la de la pasada campaña. Los pupilos de Abelardo volvieron a mostrar una disciplina férrea, anulando a un equipo con más recursos y posibilidades a la hora de generar fútbol creativo. El conjunto asturiano parece seguir, por tanto, reproduciendo las mismas señas de identidad que le hicieron ascender, así como las pocas dudas que se arrastraron durante el curso pasado. Especialmente, siguen vigentes las dificultades para crear oportunidades reales de gol.

Halilovic y Mascarell son, precisamente, el antídoto frente a la previsibilidad que muchas veces impregna el juego asturiano. El croata, en sus primeros minutos como jugador rojiblanco, ofreció algunas pinceladas de lo que puede aportar a la dinámica del equipo: velocidad, conducción y chispa. El canario, sin demasiados minutos para brillar, trató de darle sentido a las posesiones a través de su técnica. Sus virtudes no pasaron desapercibidas para Abelardo, por lo que echará mano de él asiduamente lo que resta de temporada.

Sin posesión, los de Abelardo juntaron líneas y presionaron la salida de balón donostiarra, tratando de ahogar a Pardo e Illarramendi gracias al incansable trabajo de la pareja de pivotes. Los hombres más abiertos, por su parte, fueron el apoyo esencial para que los laterales no sufrieran acometidas en inferioridad. Carmona y Jony bregaron a lo largo de toda su banda conscientes de que, en caso de recuperar la posesión, tenían que ser los primeros en salir con velocidad hacia la portería rival.

En la línea ofensiva, tanto Guerrero como Sanabria —adaptado a las exigencias defensivas del Pitu— conformaron la primera línea de presión del equipo, tratando de obligar a la zaga rival a rifar el balón o, al menos, a ser distribuido con poca comodidad. Asimismo, a la hora de generar ocasiones, los dos puntas se esforzaron en recibir cerca de la línea de tres cuartos, de espaldas, para dar continuidad al juego abriendo a la banda o conectando con la segunda línea.

En el apartado estadístico, los números arrojan un encuentro mucho más igualado que en la pasada jornada frente al Real Madrid. No hubo demasiada diferencia respecto a los remates, 12 a 7 favorable a los vascos. También resulta significativo atender al porcentaje de duelos aéreos ganados, un aspecto en el que el Sporting se maneja como pez en el agua. Tanto Bernardo como Luis Hernández ganaron sus envites en un 65% de las ocasiones, mientras que el conjunto txuri urdin tan sólo se llevo el 35%.