Gerard Moreno, natural de Barcelona y de tan solo 23 años, es el fichaje estrella de este verano para el club catalán. El delantero procedente del Villarreal, firmó en el mercado estival con intenciones de olvidar a Sergio García, tras su marcha a Catar.

El atacante catalán ha vuelto a la que fue su casa, siendo perico desde la cuna, está cumpliendo un sueño con el que pensaba desde su anterior etapa blanquiazul. Con la maleta llena de ilusión y un Espanyol que tuvo que luchar hasta el ultimo instante por hacerse con sus servicios, está claro que es una apuesta segura para la delantera de este curso. 

Vuelo del nido tempranero

Criado en la cantera espanyolista, abandonó la disciplina catalana rumbo al Badalona para probar suerte antes de su viaje a Villarreal donde estuvo cinco temporadas aunque sin demasiadas oportunidades hasta esta última. Su gran destape fue la temporada 2013-2014, con su cesión al Mallorca -donde coincidió con Asenso en el centro del campo- y donde marcó 12 goles que contribuyeron para la salvación del equipo mallorquín siendo uno de los jugadores más destacados de dicha temporada. 

A su vuelta a tierras valencianas, Gerard contó para Marcelino en la que fue su mejor temporada hasta ahora. Con 16 goles y la continuidad que le faltó en el esquema del entrenador asturiano, demostró que pesé su juventud es un jugador de presente pero con mucho futuro por delante. 

Vuelta a casa con ilusión

Con la marcha de un estandarte perico como fue Sergio García estos años, las comparaciones llegaron enseguida. La afición deseada de volver a contar con un delantero que conecte con la grada como lo hacía el atacante de Barcelona. La sombra de Sergio perdurará y serán casi obligadas las comparaciones con lo que venga, pero esto no poner nervioso a Gerard que solamente piensa en hacer olvidar con sus goles a cualquier tiempo pasado.

Para ello cuenta con unos números en la pasada campaña que incluso superan a los de cualquier atacante perico. Con 16 goles y cinco asistencias, supera en el promedio goleador en minutos con diferencia. Esta temporada que acaba de comenzar, aun solo ha podido perforar la portería contraria en una sola ocasión, y de penalti, aunque se espera mucho más de él.

Un espejo donde mirarse

El rol que cumplía el añorado Sergio de bajar al centro del campo, repartir el juego y si aun puede, completar la acción con gol, es el espejo donde el mister quiere que Gerard se mire y cumpla a la perfección. Jugador técnico, rápido, gran juego colectivo y sobre todo con olfato, pero que sin continuidad pierde muchos de sus valores, por lo que espera completar al menos una temporada como la pasada en Villarreal pero defendiendo sus colores, los pericos. 

Con un gran defecto -que puede sonar a los aficionados rojiblancos- y es que necesita de muchas ocasiones de gol, para materializar una de ellas. La confianza será clave, y parece que en el Espanyol la tendrá. Apuesta de futuro para un jugador que dará que hablar en el panorama español durante un tiempo corto. 
 

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