En primer lugar el asturiano quiso dejar claro que es optimista a pesar de sus declaraciones tras la derrota ante el Getafe, las cuales excusó: "El otro día estaba fastidiado por la derrota, porque soy de aquí. Al equipo le cuesta pero es la primera vez que entra en descenso. Vamos a estar en el límite, eso es normal. En la rueda de prensa del año pasado, antes de viajar a Sevilla, yo era el único optimista, todos vosotros hablabais del play off. Transmito al vestuario un mensaje de optimismo total. A mí me tienen que matar 300 veces. Siempre me he levantado, estoy como una moto”.
No quiere que sus jugadores estén bajo presión y por ello prefiere que las críticas se centren en él que en sus pupilos: “La presión siempre para mí, las hostias también. No dudo de mi plantilla, mi mensaje es para quitarles la presión”, dijo.
En cuanto al tema de fichajes se mostró esperanzado con Borja Viguera aunque será difícil que el delantero recale en Gijón debido a los impedimentos de la Liga: "¿Borja Viguera? El club está trabajando en el tema de posibles incorporaciones. Poco a poco, a ver si al menos uno”, comentó.
El técnico gijonés ha elogiado al conjunto valenciano en sala de prensa: “El Villarreal es un gran equipo, hace muy buen fútbol, está intratable, tiene un extraordinario jugador como Bruno, pero vamos allí a por todas”, afirmó el asturiano con rotundidad.
A pesar del optimismo que transmitió en los primeros instantes de su comparecencia también fue coherente y admitió que su rival tiene mucho potencial tanto en ataque como en defensa con jugadores de un talento increíble: “Tienen muchos recursos, tanto atrás como adelante, con jugadores muy importantes, de gran calidad”, comentó.
Quiso destacar a Bruno, el cual le parece un fantástico futbolista: "Bruno, un futbolista de gran categoría, de equipo grande”, finalizó apuntando que “los equipos de Marcelino juegan siempre muy bien al fútbol y son muy intensos”.
Juan Muñiz: "Esta siempre ha sido mi casa"
El extremo zurdo ha abandonado el Sporting tras ser descartado por Abelardo, al cual el futbolista culpa directamente de su marcha del club. El asturiano llegó a la entidad gijonesa con tan sólo nueve años y la ha abandonado con 23, "toda una vida", como comentaba él en rueda de prensa.
Quiso agradecer el apoyo de sus compañeros cuando el míster le comunicó que no contaba con él para lo que restaba de temporada y también de la afición: "Mis compañeros fueron mi apoyo cuando supe que tenía que marcharme. Muchas gracias por los muchos mensajes de apoyo que estoy recibiendo", ha dicho.
Para él la culpa es, será y ha sido de una única persona del club, Abelardo Fernández, entrenador de la escuadra rojiblanca. "Es un momento jodido. La decisión ha sido de una única persona, lo respeto, pero no ha sido por mi rendimiento. No me hicieron gracia los actos de Abelardo. Mi relación con él fue profesional, la de amistad ha sido con Gerardo". A lo que añadió: "¿Engañado? No, son cosas del fútbol", explicó indignado.
Juan pondrá rumbo a Tarragona para unirse al Nástic, equipo al que ha escogido ya que considera que tiene un futuro por delante muy próspero y lleno de ilusión: "Es un proyecto ilusionante y por eso me decidí por esta opción, aunque quiero agradecer también el interés que otros equipos han tenido por mí", señaló.