Está claro que el Sporting de Gijón se basa en una sola cosa, la defensa. La pasada campaña fue el equipo menos goleado de la Segunda División, y tanto Bernardo como Luis Hernández se consagraron como una gran pareja defensiva. Sin embargo, ya en Segunda, el Sporting adolecía de un problema, su lateral izquierdo.

Comenzó la temporada Abelardo con Álex Menéndez, pero el canterano no acababa de rendir como se le exigía. Entró entonces en el lateral Isma López, jugador acostumbrado al extremo zurdo. El navarro se convirtió en básico, y es que el tándem formado con Jony en ataque hacía de la banda izquierda un arma letal.

La superioridad del Sporting en Segunda cubría los problemas de Isma en defensa.

Muchos goles a favor llegaron por ese costado, aunque en ocasiones, Isma pecaba de su falta de experiencia en defensa, y el equipo lo pagaba con ocasiones en contra. Sin embargo, la gran superioridad del Sporting hacía que estas carencias del navarro no pesaran más que sus virtudes.

Sin embargo, ahora, con el Sporting en Primera División, la exigencia es aún mayor. Los jugadores que antes no tenían problemas, sufren ahora. Y en el caso de Isma López, que sufría en Segunda en defensa, sus partidos se han convertido en auténticos problemas para Abelardo.

Isma ya no aporta tanto como antes en ataque, ya que el Sporting es ahora un equipo defensivo que se centra en rápidos contragolpes para llegar al marco rival. Los laterales este año han quedado para labores más defensivas, y ese es quizás el punto más débil de Isma, y por ende, el del Sporting.

La pregunta es: teniendo en cuenta el nuevo rol de los laterales sportinguistas, ¿es Isma López el hombre idóneo para el puesto? Sus actuaciones ante Real Betis, Athlétic Club o Sevilla arrojan que quizás sea la hora de que el navarro se reconcilie con el puesto de extremo, y abandone de una vez el lateral.