Se esperaba un partido intenso y emocionante en Gijón la noche del viernes. Y así fue. Los espectadores que acudieron al Molinón para apoyar a su equipo disfrutaron de un partido trepidante en el que cualquiera de los dos conjuntos pudo hacerse con los tres puntos. 

Abelardo puso de inicio el mismo once que la jornada pasada, a excepción del lesionado Sanabria,  que tan buenos resultados está dando estas jornadas. Los planes del Pitu se truncaron rápido tras lesionarse Ndi a los ocho minutos de juego, el cual fue sustituido por el croata Halilovic. El marcador del partido se inauguraba con un gol tempranero de Miguel Ángel Guerrero que aprovechaba con astucia el fallo defensivo de Quini. El jugador rayista realizaba un mal pase en defensa que comprometía de inicio los intereses del Rayo.

Los madrileños se hacían con el control del balón con el paso de los minutos pero no dominaban a un Sporting que buscaba con ahínco el segundo tanto. En el minuto catorce de juego, tras un pase de Carmona, Isma López fallaría una de las ocasiones más claras para los asturianos en la primera mitad del encuentro. El Rayo comenzaba a ser superior pero no lograba profundizar en sus ataques. Con la media hora de juego cumplida era el Sporting el conjunto dominante. Los asturianos, por mediación de Jony, buscaban el segundo tanto con repetidos centros al área rayista que no lograron alcanzar buen puerto. En una de estas jugadas de ataque, los madrileños aprovechaban una contra que materializaba Miku a pase de Pablo Hernández. Caía un jarro de agua fría sobre la afición asturiana que al instante reaccionó coreando el nombre de su equipo y aplaudiendo a sus jugadores.

Tras el empate, y como era de esperar, el Rayo se creció. Los madrileños buscaban ponerse por delante en el marcador antes de la conclusión de la primera parte, pero una vez más el partido daría un inesperado giro. Tras un contragolpe dirigido por Jony llegaba el segundo tanto del Sporting, este era materializado por Alen Halilovic. El croata escanciaba mientras el Molinón coreaba su nombre.

Opciones para Rayo y Sporting

Paco Jémez movería el banquillo tras restablecerse el juego. Cambiaba a Quini y daba entrada a Iturra.

El Sporting comenzaría con intensidad los últimos 45 minutos del encuentro buscando una y otra vez colgar el balón en el área madrileña. Los Vallecanos se limitaban únicamente a crear peligro en las acciones a balón parado. Otra vez, cuando el Sporting dominaba el encuentro, llegaba el empate rayista. Una vez más el Rayo  aprovechaba un fallo defensivo del Sporting en una jugada aislada. Centraba Tito y Cuéllar no medía bien su salida quedando totalmente vencido al remate de Jozabed. Comenzaba a llover con intensidad, al mismo tiempo se desvanecían las esperanzas de la afición gijonesa.

Era el Rayo Vallecano el que se haría con el esférico, siendo el conjunto dirigido por Abelardo el que buscaría romper el empate. El tiempo pasaba y ambos entrenadores realizaban las sustituciones pertinentes, en el caso del Sporting se retiraba Guerrero entrando al terreno de juego Carlos Castro. El Sporting no lograba materializar sus ocasiones y el Rayo aprovechaba el cansancio de los asturianos. En el último tramo del encuentro era el conjunto madrileño el que dominaba el ataque, pudiendo hacerse con la victoria en diversas ocasiones. En el minuto 80 Embarba estrellaba el esférico en la madera de la meta sportinguista tras un fallo de Vranjes. Los asturianos intentaban presionar la salida de balón del Rayo pero las fuerzas fallaban. La incertidumbre se mantenía en el Molinón, no valía el empate para ninguno de los dos equipos. Ya en tiempo añadido el Rayo estrellaría un balón al travesaño de la meta protegida por el Pichu tras un potente cabezazo a la salida de un córner. Tras esta última jugada, los dos equipos parecieron renunciar a los tres puntos. El árbitro señalaba el túnel de vestuarios, el Molinón comenzaba a vaciarse, no si antes ovacionar a un equipo que sigue muy vivo en la lucha por la permanencia.