Con un equipo prácticamente por conocer, Isma López es uno de los jugadores más reconocidos por la marea rojiblanca. No es para menos, López ha formado parte del ascenso milagroso de los guajes y su garra en el campo gana adeptos al momento.

Isma López comenzó a dar patadas a un balón a los cinco años, fue en su Pamplona natal, en el equipo del Colegio San Agustín. Fue allí donde destacaron sus aptitudes por encima de las de sus compañeros y el futbolista ingresó en las categorías inferiores del Osasuna.

En 2005, el navarro decidió irse a probar suerte al Athletic de Bilbao. Un fichaje que no estuvo exento de polémica ya que como resultado la directiva del Osasuna decidió romper relaciones con las del equipo vasco. El robo de uno de sus cadetes con más proyección provocó que el por entonces presidente del Osasuna declarase que el Athletic estaba demostrando “una actitud prepotente y de desprecio hacia Osasuna”, por lo que nombraron “personas non gratas” a toda aquella relacionada con el conjunto vasco.

Con el club bilbaíno jugó en las categorías cadete y juvenil, llegando a debutar en Segunda División B en el año 2007. En 2010, después de cinco años, López se fue a probar suerte al filial del Zaragoza; y un año después, se incorporó al CD Lugo. Con el equipo gallego alcanzaría la Segunda División.

Isma López es un jugador entregado, ambicioso, por lo que no se dio por vencido y decidió darse una segunda oportunidad dentro del Athletic. El 26 de junio de 2012 se firmó su vuelta. Su debut se produjo en la UEFA donde llegó a anotar dos goles.

Su aventura en el club bilbaíno terminó un año después. Cuando, finalmente, firmó por el Real Sporting de Gijón. Desde entonces hasta ahora, lo seguidores rojiblancos conocen cual ha sido su historia. Isma López ha vivido un ascenso con el club gijonés y también ha salvado un descenso. El centrocampista es uno de los pesos pesados de esta plantilla y se espera que esta temporada sea su consagración final.