Al final no pudo ser. Tras una temporada irregular que mejoró en el último tramo, la Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes no pudo lograr el tan ansiado ascenso a Segunda División B. El Somozas gallego frustró las esperanzas de los hombres de Juan Sabas y de una afición que esperaba que el paso por el grupo 7 de Tercera División fuera lo más corto posible. Al final durará una temporada más, pero el objetivo es que se quede en eso.

Sin embargo, ya no es tiempo de echarse las manos a la cabeza. El fútbol vuelve a Matapiñonera, y la directiva ha vuelto a confiar a Juan Sabas el proyecto del ascenso. Un proyecto con nuevas esperanzas de llegar un poco más lejos que la última temporada, y con veteranos y noveles. Hay una gran cantidad de caras nuevas, pero se mantienen algunos buques insignia del equipo sansero como Vidal o el capitán Héctor que ayudarán a la integración de los nuevos para intentar conseguir el mejor resultado posible. Al fin y al cabo, este equipo lo ha hecho antes. 

Los que vienen

16 nuevos jugadores llegan a Matapiñonera este verano para hacer más fuerte la escuadra dirigida por Sabas. Todas las posiciones han sido reforzadas en mayor o menor medida, según las necesidades de la plantilla. Todos los jugadores que han llegado al Sanse tienen una contrastada experiencia y profesionalidad, y saben jugar en esta división, sin perder de vista el objetivo último, es decir, el ascenso. 

En la portería, se mantiene Sergio Sánchez, que llegó en el pasado mercado de invierno, y llega Aitor, procedente del Leganés. Se trata de un portero joven, que llega a Matapiñonera en busca del puesto de titular. Será una lucha entre dos jugadores muy capaces por una posición muy disputada. Sergio Sánchez parte con ventaja, pero si Aitor hace méritos, tal vez podría quitarle la titularidad. 

La defensa está totalmente renovada. De la zaga del año pasado, solamente siguen Jesús y Saúl. Destaca el caso de Javi Poves, zaguero madrileño que se retiró en 2011 como jugador del Sporting de Gijón, entonces en Primera, porque no estaba de acuerdo con los valores propugnados por el fútbol, y que regresa al deporte rey después de este tiempo de la mano del Sanse. Del fútbol madrileño proceden Charly y Mengual. El senegalés Dominique llega procedente del Mercadal balear, y es un defensa muy prometedor.

Además llega Felipe Sáez, procedente del Real Madrid juvenil. Este defensa de 19 años llega a Matapiñonera para foguearse. A tener muy en cuenta. El rumano Catalin Bumbea arriba a San Sebastián de los Reyes procedente del Badajoz. Es otro defensa joven con mucho futuro. La nueva defensa la cierra Miguel Ángel Fernández Espejo, procedente del Puertollano.

El centro del campo también ha cambiado, pero menos. Sin embargo, solamente Vázquez y Vidal se quedan en Matapiñonera. Fernando Doménech, andorrano, ha decidido quedarse en Madrid, y tras descender a Tercera con el Puerta Bonita. Fer Ruiz ha dejado el Leganés tras ascender a Segunda División, y puede jugar en muchas posiciones en el campo. Del Puertollano, como Miguel Ángel, llega Alexis Ureña. Los otros tres centrocampistas llegan de equipos filiales. Pablo Ganet llega del Atlético Malagueño, filial del Málaga. Benítez procede del Alcorcón B, y Manu Sánchez del Rayo B.

En la delantera ha habido dos fichajes, pero son maravillosos: Javi de Mesa, procedente del Parla, y Christian Seubert, que el año pasado jugó en el San Fernando. A ambos arietes los sufrió el Sanse el año pasado, y esta temporada meterán goles para el Sanse. Ambos delanteros son veteranos, tienen mucha experiencia en esta división, y liderarán el ataque del equipo del norte de Madrid.

Los que se van

Ya lo cantaba Julio Iglesias, unos se vienen y otros se van, concretamente 6 jugadores. El guardameta Kevin Ulbrich, que jugó toda la temporada pasada como titular, da un salto cualitativo, y es traspasado al Guadalajara, un equipo de Segunda División B con posibilidades de ascenso. El guardameta tendrá que disputarse el puesto, pero tiene muchas probabilidades de seguir mejorando su capacidad como portero.

Pascu se ha marchado al Alcorcón B, y Lluch ha decidido trasladarse a Segunda B para ir al Unión Adarve, un viejo rival del Sanse que ha conseguido subir a la división de bronce. Torres se marcha al Navalcarnero, e Ismael se marcha al Atlético Pinto. Se trata de dos jugadores con mucha experiencia en Matapiñonera, y a los que a buen seguro se echará de menos.

A quien también se echará de menos es a Luis Milla Manzanares, que jugará en Segunda División B, con el Rayo B. Tal vez podría alternar con el primer equipo. Milla fue auténticamente salvador la temporada pasada, con un juego magnífico en la medular que sirvió para que el Sanse pudiera volver a soñar con el ascenso. La afición del Sanse tiene una deuda de gratitud con este jugador, que apuntó maneras y del que seguro se volverá a hablar muy pronto.

También se han ido tres grandes jugadores muy queridos por la afición: dos centrocampistas, Gibanel y Juanjo, y un delantero, Robert. Los dos medios compartieron con la afición sansera sus últimas ráfagas del fútbol, y este año no serán de la partida. Robert llegó en el mercado de invierno y fue el perfecto complemento de Héctor, llegándole a reemplazar en muchos momentos durante los últimos partidos de la temporada. Los que llegan deberán intentar cubrir el hueco que dejan estos tres futbolistas en el corazón de la afición del equipo. 

En todo caso, la plantilla del Sanse de este año es una plantilla coherente, con mucha experiencia, con muchas esperanzas, y que puede hacer grandes cosas. La renovación a muy bajo coste puede venirle muy bien a un equipo temido por sus adversarios y que debe de hacer, de nuevo, de Matapiñonera un auténtico fortín, como en muchos pasajes de la última temporada. La afición tiene la esperanza de que este año se vuelva a cantar el: "Dejaremos la Tercera, vamos a Segunda B". La aventura empieza el sábado, a las 21:15, en Matapiñonera contra el Alcalá. Jugadores, directiva, entrenador y afición esperan que sea el primer paso para una temporada épica con un final insuperable, el ascenso a Segunda B.