No hay quien pare a la Arandina. Una vez más, los pupilos de Javier Bermúdez dejaron patente que el conjunto ribereño es el destinado a ser líder de la categoría, y con una diferencia, que sigue mostrándose en la tabla clasificatoria, con sólo 13 jornadas disputadas hasta la fecha. En esta ocasión, fue La Bañeza el equipo que pagó la solidez de una escuadra que sigue en su rol de favorita.

La Arandina fue superior de inicio a fin

Desde los primeros compases, la Arandina fue el único equipo al que se pudo ver en el terreno de juego. Los blanquiazules maniataron a su rival, y no tardarían en ponerse por delante en el electrónico, aunque tuvo que ser por medio de la pena máxima (bastante protestada por el banquillo visitante).  Uno de los “hombres de moda” del conjunto ribereño –David Álvarez- no falló y ajustó la bola en el palo izquierdo de la portería de Pablo, poniendo el 1-0 en el marcador. Un marcador que se vería incrementado poco después por David Terleira, que, tras una buena contra trenzada, en la que Ismael Rangel tuvo mucho que ver, ponía el segundo tanto.

Previamente, Ruba –muy activo a lo largo del partido- ya había probado los reflejos de Pablo, con un disparo desde la frontal, tras haber bajado un buen balón en largo. El choque pudo cambiar con la llegada de un penalti pitado a la escuadra leonesa en el minuto 25, pero Álex blocó el lanzamiento de Varo a la perfección.

A partir de aquel momento, los blanquiazules rebajaron un poco la intensidad, y no por ello perdieron la superioridad. De hecho, la insistencia fue premiada con otro tanto, obra de Varo en propia puerta, tras un balón en diagonal que se iba a introducir, de una manera u otra, en la meta de Pablo. Con todo ello, se llevó a cabo el final del primer tiempo.

La Bañeza pudo reaccionar tras recortar distancias de penalti

El segundo tiempo fue algo más tranquilo, pero en un principio seguía las mismas líneas que en el primero. A los pupilos de Javier Bermúdez se los planteó a los cinco minutos de juego la posibilidad de sentenciar, tras un penalti por mano de Agus. Esta vez Álvarez no pudo conseguir el cuarto, ya que Pablo adivinó su intención y blocó la pena máxima. Acto seguido, los leoneses harían gala de su cambiada cara en la segunda parte, con un gol de Ramón que, aprovechando un rechace de la defensa ribereña, fusilaba desde dentro del área el esférico para recortar distancias.

El gol sirvió para no amedrentar a una Arandina que aprovechando la distancia en el marcador, jugó con más tranquilidad, aunque buscando la sentencia definitiva, que tardaría en llegar, de nuevo, en forma de pena máxima. Zazu esta vez, fue el encargado de conseguir el cuarto. Los blanquiazules conseguían la sentencia que deseaban, en el minuto 71. Cinco minutos más tarde, el jugador ribereño la pudo volver a tener, pero finalmente Pablo volvía a actuar para, una vez más, salvar los muebles a una Bañeza, que durante algunos minutos, supo meter un poco de miedo en el cuerpo a los parroquianos de El Montecillo.El propio futbolista cerraría la lata en los minutos finales, con un gol sin apenas ángulo. Victoria y goleada merecida para un equipo, que sigue sin dejar indiferente a nadie.

Con esta abultada victoria, los de Javier Bermúdez duermen siete puntos por encima de su máximo perseguidor, el Atlético Tordesillas, que empató a dos goles ante otro rival directo, el CD Palencia.