Arandina y Numancia se daban cita en la tarde del pasado domingo con un mismo objetivo, y dos trayectorias bien diferentes. Los sorianos acudían al feudo ribereño con la necesidad suprema de vencer a un líder que se escaparía de los puestos cabeceras en caso contraro. Los rojillos supieron plantarse en el terreno de juego, aunque no crearon ocasiones peligrosas en los inicios del choque. Los blanquiazules fueron más apáticos sin embargo, y se limitarion a aguantar las acometidas que los de Juan Carlos Moreno intentaban llevar a cabo.

Las primeras oportunidades, fueron por tanto para los visitantes, a pies de Pablo Valcarce, que fue el jugador más activo del bando rojillo. Álex Hernández tuvo que ponerse el mono de trabajo para solventar dos oportunidades a los once y veintitrés minutos respectivamente. La Arandina, que parecía tener la mente nublada, no reaccionaba, y el gol para el bando rival acabó llegando, a manos del ya nombrado Pablo, que puso el primer tanto en el marcador, tras un remate de cabeza, precedido de una falta lateral.

Lo que tenía que suponer la reacción local, no llegaba. De hecho, el Numancia seguía acechando a una escuadra blanquiazul que sufría atrás, y no tenía reacción. Los ribereños estaban irreconocibles, no habían seguido a lo largo del choque su línea de trabajo habitual. Mientras tanto, el filial se gustaba, se sentía cómodo, y dispuso de varias ocasiones para incluso sentenciar, con un remate al larguero, y un remate de un jugador desde la frontal, totalmente libre de marca. El paso por vestuarios era necesario, y Bermúdez se veía en la necesidad de reconducir la situación de un equipo que no era el de otros días.

Segunda parte

El segundo tiempo comenzaba con una Arandina algo más enchufada, con Terleira en el terreno de juego en sustitución de Zazu. Sin embargo, el Numancia siguió en su esencia, y pudo poner el 0-2 tras un lanzamiento de falta, que acabó sacando Álex. Con el paso de los minutos, quedaba patente la poca acción de una Arandina que se ahogaba, que no tenía reacción ni parecía poder tenerla.

El filial soriano seguía llegando con peligro a los dominios de Álex, proponiendo peligro, fútbol y ocasiones. La Arandina insistía: quería, pero no podía. Para poder observar la ocasión más clara, hubo que esperar hasta el minuto 73, con un remate de tijera de David Álvarez que salió lamiendo el poste izquierdo. No variaba mucho el partido más allá de la exulsión a Gustavo, la subida del gemelo de Sergio Noche tras una contra forjada por los rojillos (que no pudo continuar) y la entrada del canterano Álex.

Sin embargo, todo cambió gracias a uno de los jugadores locales, que no se rindió al guión impuesto por el fútbol. Con una genialidad por la escuadra izquierda, Ruba empató el encuentro, y la Arandina, con uno menos, buscó sin cesar una remontada que cerca estuvo de darse con dos remates de cabeza muy peligrosos que salieron por poco de la meta rival. El colegiado con esto dio fin a un partido emocionante, de fútbol en estado puro, que cerca estuvo de convertirse en otra remontada épica ribereña. Buen resultado a tenor del desarrollo de los acontecimientos, para una Arandina que seguirá líder una jornada más, aventajando en tres puntos al Altético Tordesillas.