Dicen que febrero es el mes de los enamorados, pero para la Arandina va un poco más allá. El conjunto blanquiazul afronta un periodo crucial para su futuro, en el que la liga puede convertirse en una autopista hacia el campeonato facilitando el ascenso y en el que el pase a las semifinales de la Copa RFEF puede conllevar a repetir historia.

El campeonato liguero es lo que más llama la atención en el seno de la escuadra presidida por Pedro García. Nunca se había sido primero e ilusiona el hecho de llevar 15 jornadas liderando la tabla clasificatoria de forma consecutiva. Y todo eso sin tener en cuenta que los pupilos de Javier Bermúdez solo han cedido dos veces a lo largo de la temporada, siendo el conjunto menos goleado del grupo (doce tantos encajados) y el más goleador junto el filial del Numancia (con 35 dianas a favor).

Pero lo cierto es que todos los equipos a lo largo del año sufren un `bajón´ repentino que no entiende de categorías o clubes, es decir, es una estadística más en el complejo mundo del balompié. Y a la Arandina la ha tocado sufrirlo en estos últimos meses, a raíz de los resultados cosechados que, más que levantar preocupaciones y sospechas, dejan claro la fortaleza de un conjunto aguerrido a la primera línea de la tabla.

Un total de cinco compromisos tendrá que afrontar la escuadra del Duero, con tres partidos fuera de casa (Ávila, Villaralbo y Mirandés `B´) y dos en casa (Virgen del Camino y Burgos Promesas). Los cinco equipos corresponden a perfiles que se sitúan entre mitad y parte inferior de la clasificación , lo que hace pensar que la mayoría de los puntos deberían tener color azul y blanco. Con ellos bajo el prazo y posibles `pinchazos´ de los máximos rivales -a los que ahora se aventaja en seis en el menor de los casos- se podría mantener una relativa tranquilidad para afrontar con garantías los próximos meses, y evitar que una mala racha acabe con el mecenazgo de los de Bermúdez.

La Copa, otra obsesión

Foto: eldiariomontañes.com

Pero no solo los ojos de los seguidores miran hacia la liga. Y es que la Arandina está sabiendo ilusionar en la Copa RFEF, habiéndose clasificado para los cuartos de final en los que se medirá al Tropezón, pudiendo así vengar la victoria que se dio por parte de los cántabros hace un año, cuando casualmente el destino también los unió (en dieciseisavos). Bien es cierto que los ribereños han modificado en gran medida su plantilla de la pasada temporada, por lo que no serán un escollo fácil para un equipo que se sitúa en un nivel superior.

Esta clasificación hace echar una vista en el pasado, concretamente en la temporada 2010/11, en la que los blanquiazules no sólo ascendieron a la categoría de bronce del fútbol español, sino que también lograron llegar a las semifinales, dejando por el camino a rivales como el Deportivo Alavés, el Zaragoza `B´ o el CD Leganés. Poder repetir historia, e incluso llegar a superarla con una hipotética final, pasa por un febrero más que cargado, con un mínimo de siete partidos en los menos de treinta días que le quedan por delante.

'Pesca', más cerca

Su incorporación se ha llegado a plantear aunque hay varios `peros´ sobre la mesa

La directiva de la Arandina perjuró cuando se anunció la continuidad de Toni Seoane en la disciplina ribereña que no habría más incorporaciones, pero las circunstancias han hecho que el nombre de Jorge González Moral `Pesca´ suene con fuerza. Y es que el jugador -nacido en Aranda- emprendió rumbo al Villarreal `C´ tras pasar varias temporadas en el Real Valladolid Promesas. Jorge buscaba la oportunidad de dar el salto al primer filial del submarino amarillo, algo que finalmente no se ha producido. Las cosas no marchan relativamente bien por tierras castellonenses, por lo que al parecer, está buscando salir a otro club, que podría ser la Arandina.

El principal `pero´ que plantea la operación es el overbooking que se produciría en el centro del campo ribereño, ya que `Pesca´ es medio centro defensivo, y esa posición está actualmente cubierta a la perfección. Tampoco se plantea que haya salidas, por lo que a no ser que haya un profundo interés por parte del cuerpo técnico, o Jorge no desempeñe funciones alternativas a las que está acostumbrado, parece imposible que se pueda incorporarse. A pesar de todo, la directiva sabe que su fichaje levantaría una gran espectación al tratarse de un jugador de la tierra, que se uniría a Ruba y Zazu. Otra de las opciones que no se han descartado, es poder hacerse con sus servicios en el próximo verano, con un hipotético ascenso, que perseguirá durante los próximos meses la entidad ribereña.