Llamaron loco a Don Quijote por querer luchar con una lanza contra gigantes o molinos y llamaron loco al Haro Deportivo por querer plantar cara a un Castellón que, en comparación, bien podría ser uno de esos gigantes a los que se encaraba el hidalgo.

La ida se disputaría en el siempre curioso campo del Haro Deportivo, donde sol, viento y lluvia se juntan para 'facilitar' la labor del aficionado. Pese a las gracias del arquitecto, el conjunto riojano se alzaría ganador con un resultado positivo pero no definitivo (2-1) gracias a un tanto anotado desde el punto de penalti por Óscar Liébana, que se encargaría de volver a causar dolores de cabeza a los aficionados del Castellón en la vuelta.

Horas de carretera y 120 minutos de valentía

Acostumbrado ya a bailar con la más fea, el Haro partiría a Castellón con un autobús repleto de aficionados dispuestos a recorrer más de 520 kilómetros y no para ver el mar precisamente. Tradición para los blanquinegros el recorrer media España para celebrar un ascenso que siempre se ha resistido, en ocasiones de forma dramática, como sucedería temporadas atrás cuando los penaltis los condenarían en Murcia a no subir.

Lo que se viviría en un Castalia que presentaría una buena entrada en sus gradas sería otra historia. Los locales se adelantarían en el marcador de penalti en el minuto 14. Javi Pérez, guardameta del Haro, no podría hacer nada ante el lanzamiento de Rubén Suárez, pero el portero de la localidad jarrera ya se tomaría más adelante su particular venganza.

Manteniendo la moral y luchando por dar la vuelta al marcador, el Haro acabaría por obtener una falta de vital importancia que Castells cometería cerca del área local. Liébana, autor del penalti que había adelantado al Castellón en el marcador, sacaría a pasear una zurda bien tratada, como el mejor de los vinos de Haro, para enviar al palo del portero el balón, haciendo saltar de alegría a los desplazados hasta la Comunidad Valenciana.

Tras el descanso, el Castellón saldría con ganas de guerra, a sabiendas de que un empate de nada valdría. La paciencia que su entrenador pedía días antes del encuentro se convertiría en la imperiosa necesidad de anotar un gol. 

Cambió de esquema el entrenador local, buscó cosas nuevas. El público intentaba empujar y al final, Rubén Suárez volvería a enviar un balón parado a las redes visitantes, esta vez de falta directa. Los medios locales y aficionados ya parecían ver claro el triunfo de los suyos, sin embargo el marcador enviaría el partido a la prórroga, no sin antes tener ocasiones claras de gol que el larguero y Javi Pérez salvarían.

El Haro aguantó como pudo con diez jugadores tras la expulsión de Antón. Por si esto fuera poco, Liébana acabó expulsado del banquillo. Los aficionados visitantes mostraron su descontento con el colegiado de manera clara.

Penaltis con sabor riojano

La ruleta rusa que tanto temían los locales había llegado. Pese a ser, sobre el papel, superiores, no demostraron lo mismo en los más de 180 minutos de fútbol disputados. Incapaces de ganar fuera de casa y pasando apuros para lograrlo en su territorio, los de Castellón tendrían que jugárselo todo a una carta ante un equipo que sabe vivir en tensión, acto que demostraría instantes después.

Viola lanzaría el primer penalti de la tanda para el Haro Deportivo, anotando con claridad. El segundo sería para el 'MVP' del encuentro, Rubén Suárez, pero su disparo se marcharía lejos de la portería del meta riojano, dejando seca a su afición. La decepción local la aprovecharía Javi López para anotar el 2-0 en la tanda, y mayor aun sería la sorpresa cuando Castells seguiría el ejemplo de Suárez al enviarla fuera

Con una gran responsabilidad en sus piernas, Zabala lanzaría y anotaría pese a que el portero local cerca estuvo de salvar su disparo. El Castellón volvería a tener la oportunidad de anotar, y es que de lo contrario caerían eliminados. Uriarte colocó el balón en el punto de penalti, pero Javi Pérez ya tenía ganas de ser el héroe tras recibir en la primera parte del encuentro un gol en circunstancias similares. Muy claro lo tuvo que tener para averiguar las intenciones del jugador local y evitar el gol, dando el pase a la ronda final a un club que por segunda ronda consecutiva, volvió a dar la campanada y dejar en silencio un estadio con mayor capacidad que habitantes tiene el pueblo riojano.

Para añadir un punto extra a una aventura siempre complicada, la vuelta de la próxima eliminatoria tendrá lugar el día 28, un día antes del gran acontecimiento de la localidad, la Batalla del Vino en el día de San Pedro, un evento del que presume con orgullo la localidad, y no es para menos, puesto que la Ermita de San Felices ha sido nombrada mejor rincón turístico de 2014 por la Guía Repsol.


 


 


 

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Sobre el autor
Daniel Martin
Encargado sección boxeo, colaborador en F1. Viajante gracias al noble arte.