El remedio, al menos por ahora, no mejoró la enfermedad. Estaba claro que en este derbi tan atractivo para el público de la provincia se debía hacer uso de algún tópico dada la situación en la que llegaba el San Fernando CD. El conjunto azulino estrenaba entrenador después de despedir a Pepe Masegosa un día después de su derrota en Arcos hace ya dos semanas. Méndez debutaba en una plaza difícil, complicada. Probablemente, la más dura del campeonato.

El técnico pidió intensidad en la previa para ganar en El Palmar. Su equipo no la tuvo. Y cayó. Cayó con estrépito. Se hundió, pero no en el marcador, sino en sensaciones. Y ya se sabe que el fútbol vive en gran parte de ellas.

Novedades en el once

Había incertidumbre por ver la apuesta del nuevo míster isleño. Introdujo cambios. Lolo Garrido, el nuevo fichaje procedente del Xerez Deportivo FC, debutaba de inicio para potenciar el centro del campo junto a Jorge Herrero. Pablo Vázquez retrasó su posición para hacer pareja con Solano en el eje de la zaga y Francis, que reaparecía tras su lesión, ocupó la mediapunta con la intención de asistir a un Ñoño que actuó de nueve. Las bandas quedaban para Tati y Mario.

Lolo Garrido fue la  novedad en el primer once de Méndez

En teoría, una apuesta convincente. Un conjunto capacitado para ganar, a priori, a cualquier rival de Tercera División. Sin embargo, sobre todo en los últimos años, cualquier equipo puede ganar o perder un duelo por un mero problema de actitud. Por no morder. Por no pelear cada balón como si fuese el último. Si tu enemigo tampoco responde, el partido será malo de solemnidad. Si, por el contrario, se crece, serás triturado sin piedad.

Lo curioso de este caso es que el Sanluqueño es uno de esos rivales cuyo fuerte es ese. Echarle testiculina al asunto y, a partir de ahí, ganar por intensidad al contrario. El San Fernando lo sabía, pero, sorprendentemente, se dejó llevar como si su principal función fuera mantener una ventaja ficticia. Se ahogó en el orden y los apoyos de un Sanluqueño tremendamente trabajado, que no tuvo ningún descuido. Y si lo tuvo, estaba claro que el Club Deportivo no iba a tener intención de aprovecharlo.

Inicio de ensueño o de pesadilla

Si existe algún tipo de excusa para ‘perdonar’ la actuación azulina, hay que decir que ‘La Leti’ se encontró con el inicio soñado por cualquier aficionado al fútbol. A los diez minutos de juego, después del tramo inicial de tanteo, una bonita conexión entre Albertos (Fernández y Jiménez) acabó con un testarazo delicioso del extremo izquierdo verdiblanco. Jiménez se anticipó a una zaga petrificada y superó a un Fran incapaz de reaccionar.

Alberto Jiménez celebra el 1-0. Foto: Salvador Reyes.
Alberto Jiménez celebra el 1-0. Foto: Salvador Reyes.

Desvirgado el marcador, se esperaba la reacción visitante, algo que en absoluto ocurrió. El San Fernando siguió groggie y el Atleti olió la sangre. Quiso más, en especial su killer, Marc, que tuvo el segundo en una preciosa acción individual antes de recaer de su lesión y ser sustituido por Del Moral.

El Sanluqueño superó al San Fernando en intensidad y no permitió ninguna ocasión azulina

No lo consiguió y, a partir de entonces (media hora de juego), se limitó a mantenerse compacto, serio y agobiante. Hasta cuatro futbolistas verdiblancos cerraban a Tati, Mario y Ñoño cuando recibían en las bandas. Brutal. Descomunal el despliegue físico de los de Pérez Herrera que desesperó a los azulinos. Francis, uno de los encargados de crear fútbol, desconectó en una lucha individual con el central José y fue el primer sacrificado por Méndez en el segundo tiempo en favor de Carlitos.

Nada. El San Fernando era incapaz. Impotente. Ni tan siquiera el doble cambio de Edgar y Dani Martínez por Lolo Garrido y Ñoño en el 63’ cambió el panorama. Tan solo Amarito logró colgar dos balones a la nada para intentar generar una mínima ocasión en busca del empate. No lo consiguió. No era el día.

El Sanluqueño, por su parte, siguió a lo suyo. Peleando. Corriendo. Luchando. Con la entrada de Carri, José Pérez Herrera buscó el segundo tanto que le permitiera ganar la diferencia de goles particular. José, con un cabezazo, pudo lograr dicho objetivo, pero, por suerte para los isleños, Fran tuvo reflejos felinos para desviar la mortífera trayectoria del cuello.

Crisis de identidad

Así las cosas, la Marea Azulina se marchó de El Palmar hundida, pero con la sensación de que lo mejor fue el resultado. Triste realidad para un equipo que cuyo objetivo es campeonar. Como diría el astronauta Jack Swigert en el Apolo 13, “Houston, tenemos un problema”.

Foto: Salvador Reyes
Foto: Salvador Reyes

Un problema que va mucho más allá de que el Sanluqueño haya igualado al San Fernando en la lucha por el segundo puesto. El problema reside en que el propio San Fernando ha ingresado en un túnel que le impide mostrar la identidad que se le presupone. El próximo domingo, ante el Alcalá en una fecha tan bonita como el 14 de febrero tendrá la posibilidad de volver a enamorar a su afición. La pregunta que todos se hacen es clara: ¿será capaz?

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Sobre el autor
José Manuel  Gallardo
Elige una profesión que te apasione y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Periodismo en la Universidad de Sevilla.