Después de conseguir salir de descenso con la victoria ante el Club Deportivo Roces, el Gijón Industrial hacía acto de presencia en El Frontón para medirse en duelo con uno de los gallos del grupo segundo de la Tercera División, el Real Oviedo Vetusta. Fabriles y ovetenses solo buscaban una cosa, los tres puntos. El conjunto gijonés quería continuar una jornada más fuera de los puestos de descenso, y el filial del conjunto carballón no quería perder la estela del cuarto puesto, el cual daba el último puesto de playoff a Segunda División B.

A sabiendas de la importancia del choque, dejando a un lado las bajas que tenía, Viti Amaro decidía salir a por todas con un once inicial en el que estaban Vilches, Santi, Miguel, Chardly, Aitor, Omar, Álvaro, Borja, Pajín, Cris y Jony, mientras que Fidalgo no se achicaba ante el encuentro en el Real Oviedo Vetusta, planteando batalla desde el comienzo teniendo sobre el terreno de juego a Nacho, Shaq, Lula, Iñaki, Torrent, Edu Cortina, Lucas, Héctor, Edo, Javi Álarez y Pibe. Por delante 90 minutos de partido en una tarde templada y con lluvias paulatinas sobre el terreno de juego gijonés.

Pajín pone en ventaja el Gijón Industrial

Los primeros compases del encuentro fueron de tanteo, con el conjunto fabril intentando acercarse sobre la portería defendida por Nacho, sin premio alguno. Ni mucho menos se achicaba a las primeras de cambio el filial ovetense, que buscaba responder con certeza a las acometidas locales. Los minutos fueron pasando sin conseguir sacar nada en claro, al ser incapaces ninguno de los dos equipos de batir al guardameta rival.

Ni más ni menos que veintiséis fueron los minutos que tuvo que esperar el Gijón Industrial para recibir en forma de premio sus acometidas sobre la meta rival, y es que un pase entre líneas de Álvaro García le llegaba a Carlos Pajín, que raudo y veloz encaraba con decisión a Nacho para batir por bajo el guardameta del Real Oviedo Vetusta, en lo que era el 1-0 en favor del conjunto fabril. El primer paso ya estaba dado de cara al triunfo, siendo capaz el equipo que dirige Viti Amaro de controlar a placer el tiempo del choque, para terminar llegando al descanso sin que se moviera el marcador, manteniendo el 1-0, gracias al tanto de Pajín, después de 45 minutos de partido.

Álvaro García hace magia para poner tierra de por medio

Sin cambio alguno en ninguno de los dos equipos, la segunda mitad se ponía en marcha en El Frontón, quedando por delante tan solo 45 minutos para conocer al vencedor del choque. Nacho, guardameta del Real Oviedo Vetusta, se encontraba adelantado en el minuto 49, y ahí la calidad de Álvaro García saldría a relucir, con una magistral volea que terminaba cayendo en el fondo de las redes visitantes para sumar así al electrónico el 2-0 en favor del Gijón Industrial, que cogía velocidad de crucero a la hora de mirar la victoria con buenos ojos.

Después de golpear hasta dos veces en el encuentro, al Gijón Industrial le tocaba posiblemente una de las facetas más complicadas de la temporada, la de controlar un encuentro que dominaba ante un filial, equipo que puede mostrar dos caras muy diferentes, la de no crear batalla alguna o la de no dejar ni un segundo de respiro al rival, y en esta ocasión la segunda sería la opción adoptada por el Real Oviedo Vetusta, que comenzaba a crear peligro sobre la meta de Vilches hasta subir el 2-1 al electrónico en el minuto 71, cuando Javi Álvarez se plantaba dentro del área para fusilar al guardameta fabril sin que nada pudiera hacer este para evitar el tanto ovetense.

El paso de los minutos permitió que el dominio del Vetusta fuera cada vez más claro, quedando totalmente desquiciado en la banda Viti Amaro, al ver como sus jugadores no hacían otra cosa que dar pasos hacia atrás, encerrándose bajo los palos de la meta defendida por Vilches. El técnico fabril veía como sus jugadores poco a poco iban decayendo físicamente, por lo que tras el tanto visitante comenzaba a mover ficha, retirando del terreno de juego a Cristian y Álvaro, para dar entrada en su lugar a Alex y Jorge, quedando por delante nada más y nada más que cinco minutos, los de la discordía.

Final trepidante con el árbitro de por medio

A tan solo un minuto de llegar al tiempo cumplimentario, el dominio del Real Oviedo Vetusta terminaría obteniendo el premio del gol. En un saque de esquina cabeceado por el juvenil Iván Conceiçao, Vilches nada podía hacer para evitar el 2-2, que llevaba la desolación a los jugadores locales, que a pesar de estar contra las cuerdas ni mucho menos se vendrían abajo, hasta que tres minutos después, en el 92, conseguía Aitor recibir un balón libre de marca para batir con suspense a Nacho subiendo el 3-2 al marcador, desatando la locura en El Frontón.

Parecía que todo se había acabado, que no había tiempo para más en un complicado partido que sonreía por el momento el Gijón Industrial, pero ni el Real Oviedo Vetusta, ni el árbitro habían dicho su última palabra. Ni más ni menos que seis fue el tiempo que se llegó a descontar en El Frontón, de forma incomprensible, y ahí lo aprovechó el filial ovetense para empatar. En una falta botada, un barullo dentro del área hacía que el cuero le terminara cayendo a Héctor, que reventaba el esférico al fondo de las redes poniendo el 3-3 antes de que el colegiado del encuentro señalara el final del mismo. Los jugadores locales se comían al árbitro por el tiempo añadido, viendo Jorge una cartulina amarilla y Santi una roja directa, llegando incluso a enredarse en más que palabras varios jugadores de ambos equipos, teniendo que ser separados por sus compañeros.