Duras palabras se están oyendo estos días en los alrededores del Estadio de los Juegos del Mediterraneo, respecto a su camino hacia la deriva que sin mayor pronóstico sus resultados apuntan. Todas las versiones apuntan hacia un mismo objetivo: Francisco Javier Rodríguez Vílchez.

El entrenador del Almería ha ido analizando cada partido con un tono serio con apuestas de mejora, asegurando que el juego del equipo aunque en saco roto cayera serviría como un peldaño más hacia la victoria. Pero dado el momento que se está viviendo, los sentimientos del míster están a flor de piel: "Esto es muy largo y estamos en una categoría donde creíamos que íbamos a disfrutar más, pero no está siendo así".

Balance negativo

El técnico del Almería dispuso el "buen juego" que había mostrado el equipo rojiblanco en algunos momentos del partido: "En la primera parte es cuando los 2 equipos han mostrado lo mejor". "En la segunda parte es cuando mejor estábamos nosotros". Pero dado el resultado, aunque por meritorias jugadas u ocasiones encajadas durante el partido e incluso teniendo 10 jugadores el equipo rival, lo que importa es el fin de cuentas.

Por otra parte Paco Jémez, ensalzaba al equipo almeriense con unas palabras más que alabantes: "Tiene gente muy rápida y con mucho desborde en los últimos metros".

El Almería es mejor equipo de lo que dice la tabla

Efecto psicológico

Un equipo nervioso es el que se vio, aunque el primero que se apuntó al carro fue el técnico almeriense: "Las ganas de gantar quizás nos han pasado factura". El propio entrenador se destaca entre todos como el culpable de los escasos resultados que ha encajado la UD Almería desde que comenzó la temporada.

El máximo responsable soy yo

Nada extraña la reacción de la afición rojiblanca, la cual pone en duda tanto la actitud personal como futbolística de algunos jugadores. El técnico a viva voz se une y reafirma ese enfado que se ubica en las gradas del estadio: "Lo raro sería lo contrario".

Como último apunte destaca la posible baja de Nelson, debida a los dolores estomacales sufridos durante el partido, lo cual justifica su relevo durante el partido ante el Rayo: "Cuando iba para el campo tras el descanso, se dió la vuelta sin decir nada y fue al vestuario con vómitos".

Todo queda en el aire, destacando la continuación del más que cuestionado entrenador rojiblanco, el cual infunda un gesto serio ante una afición exaltada.