El Atlético de Madrid llegaba a Almería estrenando su nueva denominación de líder. Volvía a mandar en la Liga dieciocho años después. Su cometido en el sur era defender el primer puesto, algo nunca fácil. Incluso se unían otros factores que podrían jugar en contra de los madrileños. Venían de caer ante el eterno rival en la ida de la Copa del Rey por tres goles a cero. Además jugaban en un estadio donde nunca habían ganado.
Así comenzó un encuentro en el que la diferencia entre ambos equipos era grande. La tabla clasificatoria era prueba de ello. El líder se enfrentaba a un aspirante a la pérdida de categoría. El Almería se encontraba a las puertas del descenso antes del inicio del encuentro.

Francisco dio con la clave

Francisco tuvo más días que su homólogo Simeone para preparar el choque. El técnico almeriense aprovechó la semana de preparación del partido para realizar una táctica "anti-Atleti". Dejó claro en la rueda de prensa previo a la jornada que iba a intentar contrarrestar el juego del rival, sin embargo no mostró las cartas hasta el mismo encuentro.
En la primera parte se reflejó lo que quería el Almería. Su puerta debería quedarse a cero. Los locales no inquietaron en ninguna jugada a Aranzubia, por contra mantuvo a raya al Atlético. Los visitantes sólo tuvieron una ocasión de gol. Fue a los siete minutos de juego. Manquillo le picó el balón a Esteban, pero la buena posición de Rafita le permitió despejar.
En los primeros cuarenta y cinco minutos no hubo buen juego, sin embargo sí hubo dos jugadas para la polémica. Se pidió un penalti en cada área. Manquillo reclamó la pena máxima al caer ante Suso, aunque parece que el jugador local no hace lo suficiente como para pitarlo. Más tarde Juanfran tocó el balón con la mano. El brazo del defensa estaba muy despegado del cuerpo y cortó la trayectoria del balón, por lo que Teixeira Vitienes debió pitar penalti. En cualquier caso ambas jugadas no eran ni mucho menos fácil de apreciar.

Los almerienses esperaron su turno

Para la segunda parte el Almería siguió firme en su propósito de mantener el marcador a cero. El Atlético, que tuvo mayor posesión de balón, no consiguió elaborar jugadas para llevar peligro a puerta contraria. Sus acercamientos se basaron en disparos fallidos desde fuera del área.

Los locales esperaron su momento para intentar llevarse los tres puntos. A falta de un cuarto de hora para el final llegaron lo mejores minutos de los almerienses. Aleix Vidal avisó enviando el balón al poste. El de Valls realizó una gran jugada que acabó con un disparó que rebotó en un palo, luego en el otro y el esférico terminó saliendo de la portería. El balón no quiso entrar en esa jugada, pero lo hizo minutos después. Tras un saque de esquina sacado en corto, Verza se sacó un disparo con mucha rosca que acabó entrando por toda la escuadra. No se sabe si el centrocampista local quiso centrar o pegarle a puerta y es cierto que Aranzubia podía haber hecho algo más, pero en cualquier caso el tanto fue una maravilla. Y suponía el uno a cero para el Almería.
Ese gol hizo creérselo a los almerienses. Seguidamente Aleix Vidal perdonó el segundo. Se deshizo de la defensa atlética, pero en el mano a mano disparó a los pies de Aranzubia.
Aranzubia vio la roja y Verza sentenció de penalti
El Atlético de Madrid no consiguió hacer su juego en todo el encuentro. Tampoco tuvo suerte. Tiago se había tenido que retirar lesionado por una acción fortuita con Barbosa mucho antes del gol. A falta de seis minutos para el final el colegiado señaló penalti y expulsión del portero visitante. Aranzubía recibió un balón comprometido, Jonathan lo luchó y en la pugna de ambos por el cuero el colegiado entendió haber falta del guardameta. Teixeira Vitines se equivocó en esa decisión y, además de dejar al Atlético con diez, Gabi tuvo que hacer de portero al haberse realizado ya los tres cambios.
La pena máxima la materializó Verza, que terminó siendo el protagonista del partido. Era el dos a cero y sólo quedaban cuatro minutos para el final. Aunque hubo cinco de añadido nada más ocurrió en el encuentro. El conjunto madrileño bajó los brazos y la grada aprovechó esos minutos para darse un respiro en su sufrimiento y festejar a lo grande esta sonora victoria ante el Atlético de Madrid.
Los almerienses dan un salto en la tabla, colocándose provisionalmente decimoterceros. La distancia con el descenso se amplía, estando ahora a cinco. Nunca antes en esta temporada habían estado tan lejos de los puestos de descenso. Por su parte, el Atlético pincha también en Liga tras el varapalo de Copa. Sufre su segunda derrota en Liga y pierde la primera posición de la tabla, liderato que tan solo le ha durado una jornada. Por otro lado, contando para las estadísticas, continuará un año más sin saber lo que es ganar en el Mediterráneo, campo en el que nunca ha vencido.