No es la Unión Deportiva Almería un club que se caracterice por dar continuidad a sus entrenadores. Los resultados futbolísticos han ido dilapidando la suerte de una retahíla de técnicos que han pasado por el club del Mediterráneo a lo largo de la última década, en la que únicamente Unai Emery logró completar dos temporadas consecutivas al frente del banquillo rojiblanco.

Hasta diez entrenadores en los últimos ocho años

Nombres como Gonzalo Arconada, Hugo Sánchez, Juanma Lillo, José Luis Oltra o Lucas Alcaraz vieron como sus días al mando del equipo almeriensista finalizaron de forma prematura. Distintos son los casos de Roberto Olabe o Esteban Vigo, que aterrizaron en Almería en las postimetrías de las temporadas 2010/2011 y 2011/2012, respectivamente, optando la directiva comandada por Alfonso García por la no continuidad de ambos en niguno de los casos al final de dichas campañas.

Lucas Alcaraz fue cesado en la campaña 2011/2012

Con el cese de sus funciones como entrenador de la primera plantilla de la Unión Deportiva Almería, Francisco Rodríguez cierra un círculo que ha permanecido abierto alrededor de 1000 días -977 exactamente- desde que Lucas Alcaraz fuera destiuido al término de la jornada  32 del curso 2011/2012. Una racha de seis partidos sin ganar acabó con la estancia del granadino en Almería, a pesar de que el equipo marchaba en quinta posición, eso sí a diez puntos de la segunda posición, que daba acceso directo a la Liga BBVA. Esteban Vigo sería quien ocuparía su lugar, pero no acabaría siendo el revulsivo esperado y el equipo almeriensista no lograría siquiera disputar los playoffs de ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

La campaña siguiente, con el retorno a Primera División como objetivo principal, el Almería contrataba los servicios de Javi Gracia que, tras un curso algo irregular y un final de temporada casi perfecto lograría saborear las mieles de la Primera División previa disputa de una liguilla de ascenso en la que dejó atrás a Las Palmas y a Girona. 

Francisco, humildad, trabajo y permanencia

Tras la negativa del navarro a su continuidad en la temporada del regreso a la máxima categoría del balompié español, Francisco Rodríguez, hombre de la casa con pasado como futbolista en el club unionista, entraba en escena y sería quien comandara el nuevo proyecto, esta vez desde el banquillo. Sin experiencia en la élite y siendo el técnico más joven de la categoría se presentaba un Francisco que tardó diez jornadas en conseguir su primera victoria. 

Con la humildad y la ilusión característicos, encaraba Francisco su segunda temporada al mando de la nave rojiblanca, la que le convertiría en el entrenador del Almería con más partidos en Primera División. Una campaña de altibajos sería la que vivirían el preparador almeriense y los suyos que acabaría siendo sellada con una agónica permanencia conseguida en la última jornada del campeonato liguero en el que, además del bagaje y la experiencia obtenidos, sería nombrado por la LFP como mejor entrenador del mes hasta en dos ocasiones. Con todo esto, la ampliación del contrato que unía al club y al técnico parecía ser cuestión de tiempo. Y así sería. El 27 de mayo se anunciaba la renovación por una temporada de Francisco Rodríguez como entrenador rojiblanco.

A pesar de un inicio algo más esperanzador que la anterior campaña, una racha de ocho partidos sin ganar, ofreciendo su equipo un juego plano, sin ideas y, añadido al duro correctivo recibido en Éibar en la última jornada, han terminado por denostar la trayectoria de un inquilino del banquillo de la Unión Deportiva Almería transcurridos más de dos años desde que le ocurriera a Lucas Alcaraz, 977 días después Alfonso García deberá buscar nuevo entrenador con la Liga ya comenzada.

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Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.