La UD Almería vuelve a la temida senda de las derrotas. Primero fue en casa frente al Sevilla, en Getafe en los octavos de la Copa del Rey, y de nuevo ha vuelto a caer en el campo del Valencia por 3-2. El efecto Juan Ignacio Martínez se va diluyendo conforme pasan los partidos, lejos vemos los cuatro encuentros que permaneció invicto el equipo rojiblanco.

El club no ha podido lograr esos ansiados tres puntos para sumar a los 16 con los que cuenta, los mismos que el Levante que lidera la zona roja de los puestos de descenso. 

La Primera parte fue almeriense

La UD Almería cuajó una Primera parte espléndida, plantándole cara un Valencia ensimismado y sin apenas creatividad. Fueron sucesivas las embestidas por las bandas de los unionistas Edgar Méndez y Wellington Silva, y un gran Tomer Hemed que encontró el gol en dos ocasiones, las que llevaron el empate a Mestalla cumplidos los 45 minutos del Primer tiempo.

Nadie esperaba un encuentro tan movido desde los primeros minutos. Los jugadores de Juan Ignacio Martínez salieron enchufados a por los tres puntos, aunque el peso del partido lo llevó el Valencia. Los chés se encontraron a un Almeria bien replegado y asentado en el campo.

El equipo mediterráneo no se confió de los rivales y se mantuvo alerta con un buen despliegue defensivo, pero el Valencia llevaba la batuta del encuentro, y por ello abrió la lata en el minuto 11. Dani Parejo tras una buena combinación con su compañero Barragán desde la banda derecha adelantó el 1-0 en Mestalla.

Este primer gol no sirvió de mucho, y le cortó la digestión por el júbilo a los muchachos de Nuno ya que Tomer Hemed marcaría el segundo en el minuto 13. El israelí en un remate corto a pase desde la banda de Wellington Silva remataría hasta el fondo de la red de los locales. A partir de aquí el choque siguió igual, el Valencia atacando y el Almería defendiendo salvo en contadas ocasiones que con pelotazos hacia arriba o jugadas por banda conseguían meterse en el campo valenciano. De esta forma, no tardaría en llegar en el minuto 28 el tercer gol conseguido por Rodrigo por el pase de Paco Alcácer que no consiguió darle la dirección adecuada a su lanzamiento, pero Rodrigo estaba ahí para recoger el balón y chutar hasta dentro de los tres palos. Tras esta jugada se volvió a repetir la desgracia sobre los valencianistas, y otra vez Hemed con un remate de cabeza por el pase de un saque de córner de Verza puso las tablas sobre el marcador.

Después del minuto 32 del 2-2, el luminoso de Mestalla no se movió dando paso a un nerviosismo latente entre los jugadores por desempatar, y de los pitidos que recibían por parte de la afición valencianista. El Almería continúo echando el cerrojo en su campo delimitando una zona infranqueable para los centrocampistas chés que eran incapaces de crear peligro en la área andaluza.

Segundas partes nunca fueron buenas

Comenzado los últimos 45 minutos del choque entre valencianos y andaluces el planteamiento de sus entrenadores fue el mismo. El Valencia debía seguir controlando el partido y lograr el ansiado gol para ir por delante en el marcador, sin embargo,  el Almería se conformaba con mantenerlo y poder rescatar un punto de un campo tan complicado.

El Valencia empezó apretando desarrollando un gran fútbol pero esta vez desde las bandas. El incansable lateral Gaya realizó un partido encomiable con diversas internadas al área rival y pases muy peligrosos que Alcácer no lograba determinar, a causa de la buena colocación e intensidad que estaba demostrando el conjunto rojiblanco. Por ello, Nuno tuvo que tirar de banquillo y sacar a la artillería pesada. El delantero Alvaro Negredo entraría en el terreno de juego en el minuto 60 por Javi Fuego. El vallecano fue taponado en innumerables ocasiones viendo frustradas sus acciones de gol, hasta el minuto 83. Desde la banda izquiera Gaya centró y Negredo con un gran salto logró adelantar de cabeza el 3-2. 

Lejos de venirse abajo, los jugadores de la UDA lucharon hasta el último minuto por el empate. En el minuto 92 tras conseguir un saque de córner, subieron todos los chicos de Juan Ignacio, incluso el portero Julián Cuesta hasta el área rival para rematar al fondo de la red el balón que pondría Verza. Éste la colgó muy pasada y cayó en las botas de los chés que despejaron fuera. La jugada sería la última del encuentro tras el pitido final del árbitro Vicandi Garrido.