El Almería sumó una nueva derrota, y ya van tres desde la llegada de Juan Ignacio Martínez al banquillo almeriense, sustituyendo a Francisco Rodríguez, actualmente sin equipo. El conjunto rojiblanco presenció el encuentro como un espectador más y no pudo parar las continuas y mortales contras conducidas por Sergio García y finalizadas por un acertado Christian Stuani. Las bajas y la desconexión del equipo en defensa condicionaron el resultado final, que reflejó perfectamente lo visto en el terreno de juego del Power8Stadium.

Primera parte: vendaval blanquiazul

Los primeros cuarenta y cinco minutos comenzaron con un ritmo bastante bajo, los equipos no querían arriesgar ni una milésima. Los hombres de Juan Ignacio Martínez empezaron el encuentro con ganas y la motivación necesaria para romper con la dinámica negativa de dos derrotas consecutivas ante dos rivales de entidad, como son el Valencia y el Sevilla, pero rápidamente tanto el control del balón como las ocasiones pasaron a formar parte de la seña de identidad del conjunto blanquiazul.

En el minuto 16 Christian Stuani avisó a la zaga almeriense con un potente disparo que se estrelló en la cepa del poste derecho de la meta defendida por Julián Cuesta. Minutos después, el zaguero rojiblanco Ángel Trujillo, salvó a sus compañeros de un gol seguro tras un tremendo error de Julián en la salida. El ataque almeriense desapareció por completo tras sendas ocasiones del Espanyol, y tan solo tímidos destellos de Míchel pusieron en peligro la tranquilidad en la retaguardia catalana. La resistencia a ultranza del equipo almeriense se vino abajo cuando la asociación Sergio García-Stuani comenzó a dar sus primeros frutos. En el minuto 37, Sergio García, el más listo de la clase, se adelantó a los centrales y tras una serie de rebotes, puso un centro medido para que Stuani solo tuviera que empujarla con la cabeza.

Tan solo dos minutos después del primer gol del Espanyol, llegó el segundo en una jugada bastante similar a la ya mencionada y con los mismos protagonistas. Sergio García logró cazar un balón en largo, se marchó de dos rivales, se la dio a Lucas Vázquez y este le regaló el gol a Christian Stuani, bien posicionado entre los centrales almerienses. Con un nuevo aviso de Sergio García al borde del final de la primera parte se llegó al descanso, con un  dominador claro, el Espanyol de Sergio González.

Segunda parte: rendición del Almería

Juan Ignacio Martínez reaccionó rápido ante la inoperancia ofensiva de su equipo y decidió meter a todo un veterano de guerra, que supiera dar algo más de orden a las transiciones ofensivas del conjunto rojiblanco, el capitán Fernando Soriano. Con la entrada del mañico, el Almería ganó en consistencia ofensiva pero las ocasiones peligrosas comenzaron a adquirir un cierto carácter utópico. Tan solo un disparo de Ximo Navarro desestabilizó a la ordenada y centrada zaga blanquiazul, que veía como poco a poco el Almería ganaba metros respecto a la meta de Kiko Casilla, un aficionado más a lo largo de todo el encuentro.

Al igual que en la primera mitad, tan solo Míchel puso en jaque a la zaga espanyolista con sus continuas internadas por la banda derecha, que no pudieron ser aprovechadas por un desaparecido Wellington Silva. Cuando parecía que el Almería podía empezar a crear peligro en torno a la meta de Kiko Casilla, Sergio González decidió introducir en el verde del Power8Stadium al jugador más enrachado de la entidad, el ecuatoriano Felipe Caicedo, ex del Levante, entre otros. El propio jugador sudamericano fue el encargado de materializar el tercer y el definitivo tanto de la victoria catalana. Sergio García vio adelantada a la zaga almeriense y puso un balón  de diez para que Caicedo se plantara ante la portería de Julián sin ningún tipo de oposición. Tercer gol del Espanyol y finiquito almeriense. Con el tercer gol, los hombres dirigidos por JIM, terminaron de bajar por completo los brazos y se entregaron un equipo en estado absoluto de gracia, que maniató al Almería de arriba abajo a lo largo de todo el encuentro.

Los de Sergio González se mantienen en la tranquila novena posición con 26 puntos y alejados del infierno del descenso que por el momento va por los mismos derroteros que la temporada pasada, igualdad máxima. Por su parte, el Almería se mantiene en la decimoctava posición, lugar donde comenzó la jornada, con 16 puntos, a uno del aparentemente privilegiado decimoséptimo puesto ocupado por el Elche de Fran Escribá