Sergi Barjuan llegaba a Almería con una carta de presentación muy clara y con el objetivo de salvar a un Almería muy tocado. En su presentación dejaba una frase que era toda una declaración de intenciones. “Toda mi vida he sido ganador”, una frase que resume la personalidad que el nuevo técnico traslada a sus jugadores. Esta declaración tenía lugar dos días antes de que debutara en el Camp Nou ante un Barça al que le unen muchas cosas.

En la ciudad condal la Unión Deportiva Almería era muy consciente de la diferencia existente entre ambos equipos, pero ni mucho menos se quedó encerrada atrás. Como se podía esperar el Barça ganaba por goleada, pero más allá de los tantos encajados el Almería salía muy reforzado. En territorio hostil, Sergi mostraba sus cartas. Espinosa tendría galones después de pasar por el más absoluto ostracismo con Juan Ignacio Martínez. Thievy actuaría como referencia ofensiva del equipo y quedaba prohibido el pelotazo.

El equipo almeriense salió reforzado del Camp Nou, pero las buenas sensaciones debían ser confirmadas en casa ante un rival directo como el Granada. Sergi apostaba por dar continuidad a todo lo visto en su primer partido. La premisa parecía clara más allá del marcador y era tener la posesión del balón. Algo que los rojiblancos asimilaron de una forma óptima.

Sin Verza, el peso del centro del campo recaía en Thomas y Corona junto a Espinosa, una combinación que unida a la libertad creativa que el nuevo técnico les ha dado, ha propiciado un cambio radical en el juego. Había que ganar sí o sí para avivar la llama de la salvación y el equipo enamoró a la afición.

Sergi apostaba por Soriano como enganche de Thievy, pero dejando al veterano jugador maño como referencia ofensiva en muchas ocasiones. Thievy tendía a caer a la banda izquierda y dejar el camino abierto para que el "23" rojiblanco llegara al área. Nadie queda liberado de defender en el nuevo esquema, pero el maño tiene menos presiones en este aspecto para conservar el aspecto físico que limita la edad. En el otro costado Wellington Silva ofreció gran versión de sí mismo. El brasileño es eléctrico y desequilibrante e imparable en el uno contra uno. Con Juan Ignacio Martínez se encontraba sin confianza, al igual que la mayoría de sus compañeros, pero con Sergi la ha recuperado y es unas de las piezas clave del sistema.

Corona es otro veterano que se encuentra a un alto nivel y que en el centro del campo tiene mucho que decir. El capitán almeriense tiene una visión privilegiada del juego, pero otros entrenadores se empeñaban en adelantar su posición restando facultades al talaverano. Con este planteamiento la Unión Deportiva Almería logró casi el 60% de la posesión ante el Granada. Con este nuevo sistema más ofensivo, pero que no se olvida del aspecto defensivo, son los laterales los que encuentran un gran protagonismo. Tanto Dubarbier como Ximo tienen mayor libertad a la hora de atacar apoyados en las ayudas de Wellington y Espinosa. Otro cambio que da tranquilidad al equipo es sacar el balón jugado desde atrás, sin el habitual pelotazo arriba del portero.

Influencia en el terreno de juego de Corona, Espinosa, Thomas y Wellington Silva segun la LFP.es

Un aspecto importante es la mano dura que parece va a implantar el entrenador catalán. En el Camp Nou Edgar Méndez partía como titular y al ser cambiado se marchaba claramente con gestos de enfado. Algo que no debió gustar a Sergi, quien fue tajante y dejó al tinerfeño fuera de la convocatoria. Y es que en este Almería nadie es más que nadie y ningún jugador tiene el puesto asegurado si no trabaja.

Un Almería muy diferente al de hace poco más de una semana que ha vuelto a poner por lema el ya habitual “Almería nunca se rinde”. Y es que este no es un tópico, sino una realidad en la que un equipo se resguarda para demostrar que está muy vivo cuando se le daba casi por desahuciado.

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